Buenos Aires, 16 oct (EFE).- El aeropuerto para vuelos domésticos y regionales de Buenos Aires suspendió hoy todos sus vuelos debido a la presencia en el área metropolitana de una nube de cenizas procedentes del complejo volcánico chileno Puyehue-Cordón Caulle, informaron fuentes oficiales.
El secretario argentino de Transporte, Juan Pablo Schiavi, explicó que las compañías se vieron obligadas a cancelar todas las operaciones en el Aeroparque Jorge Newbery, en la zona norte de Buenos Aires, y que se está evaluando cómo proceder en el aeropuerto internacional de Ezeiza, a las afueras de la ciudad, que por el momento funciona normalmente.
El funcionario pidió calma a todos los afectados, a los que advirtió que desde el momento en que "dejen de precipitarse cenizas" sobre las pistas se necesitan "tres horas de trabajo para volver a tener el aeroparque en condiciones de operar", señaló al canal C5N.
Desde que el complejo volcánico chileno entró en erupción el pasado 4 de junio, los dos principales aeropuertos de Buenos Aires tuvieron que suspender sus operaciones de forma reiterada durante dos meses, pero desde comienzos de agosto las autoridades no habían vuelto a advertir la presencia de cenizas en la capital.
Donde sí se mantuvieron los problemas fue en la sureña ciudad de Bariloche, uno de los principales centros turísticos del país, donde el aeropuerto local permaneció cerrado casi cien días, hasta el pasado 17 de septiembre.
Cuando todavía no se había cumplido un mes desde la reapertura, las compañías áreas volvieron a cancelar este sábado todos los vuelos a la ciudad patagónica por la nueva presencia de cenizas.
No obstante, según precisó la agencia estatal Télam, la actividad área de estas últimas semanas en el aeropuerto de Bariloche fue escasa, por el temor de las aerolíneas a que sus aviones se quedaran varados allí por un empeoramiento de la condiciones meteorológicas.
En la provincia de Río Negro, donde se encuentra Bariloche, y en la vecina Neuquén, las dos que más han sufrido los efectos de las cenizas, varias carreteras tuvieron que ser cerradas por la escasa visibilidad, lo que no evitó que se produjeran algunos accidentes de tráfico, aunque sin víctimas fatales.
La erupción volcánica generó en Argentina pérdidas millonarias en el sector turístico y el agropecuario, ya que muchos animales murieron al quedarse sin pastos de los que alimentarse porque fueron sepultados por las cenizas. EFE