Montevideo, 30 oct (EFE).- El Gobierno argentino hizo
"afirmaciones contradictorias y manipuló datos" en el juicio que se
celebra en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya
contra Uruguay por la planta de celulosa de la empresa finlandesa
Botnia, informaron hoy fuentes oficiales.
En las audiencias celebradas en La Haya entre el 14 de septiembre
y el 2 de octubre pasados, la representación argentina "comparó
cosas que no son comparables y llegó a conclusiones falsas y
erróneas", afirmó hoy a Efe, Alicia Torres, directora de la
Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA) del Ministerio de
Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente.
Torres presentó el jueves a la Comisión de Seguimiento de Botnia
un informe sobre los alegatos en La Haya por las delegaciones de
Argentina y Uruguay.
El objetivo del informe es "poner en un lenguaje llano y
entendible para todos los términos técnicos usados en el juicio",
agregó.
"Todos los datos técnicos presentados por Uruguay, algunos
basados incluso en informes argentinos y otros independientes, como
el Banco Mundial, demuestran que la planta de Botnia no contamina",
agregó Torres.
El informe recoge parte de los argumentos presentados por los
delegados uruguayos durante el juicio en los cuales se afirma que
"Argentina recurrió a afirmaciones contradictorias con la realidad,
a sesgar y manipular datos y a la adulteración de documentos".
"Argentina no pudo presentar evidencia alguna que contradijera
las pruebas presentadas por Uruguay", agregó Torres.
La directora de la DINAMA destacó que "lo concreto es que las
aguas del río Uruguay no están contaminadas y tienen igual o mejor
calidad que antes de la instalación de Botnia" en 2007, agregó.
La Comisión de Seguimiento de la planta de celulosa está
integrada por autoridades municipales, representantes de empresas,
comercios y sindicatos y ONGs.
En forma paralela, Botnia informó que la próxima semana comenzará
la etapa de mantenimiento y revisión de la planta, en la que
participarán unas 800 personas incluidos 150 técnicos de Alemania,
Argentina, Austria, Brasil, Chile, Finlandia y Polonia.
El próximo 9 de noviembre la planta cumple su segundo año de
funcionamiento y culminará la garantía de venta de varios de los
equipos, "por ello esta vez las revisiones serán más intensas",
señaló Matías Martínez, jefe de comunicaciones de Botnia.
"Cuando se apaguen y se enciendan las maquinarias puede haber
emisión de olores desagradables, pero es absolutamente normal y no
causan daño alguno a la salud", agregó la directora de la DINAMA.
La planta de celulosa de Botnia está ubicada en la periferia de
la ciudad uruguaya de Fray Bentos, a unos 380 kilómetros de
Montevideo, y a orillas del río Uruguay, que separa este país de
Argentina.
Su construcción y puesta en marcha derivó en el peor conflicto en
décadas entre los Gobiernos de Uruguay y Argentina, y el juicio
frente a la CIJ se presume que finalizará entre abril y mayo del
próximo año.
Las autoridades argentinas y grupos de vecinos de la provincia de
Entre Ríos acusan al Gobierno uruguayo y a la empresa finlandesa de
posibles daños al medio ambiente de la zona.
Desde antes de la apertura de la planta de celulosa en noviembre
de 2007, vecinos de esa provincia argentina cortaron el paso en los
puentes sobre el río Uruguay que unen ambos países en señal de
protesta y uno de ellos, el que une a Fray Bentos con la argentina
Gualeguaychú, sigue bloqueado desde hace tres años. EFE