Nueva York, 29 jul (EFE).- Un día más y como se ha venido repitiendo en las últimas seis sesiones, Wall Street terminó hoy en números rojos atemorizado por la posibilidad de que la primera potencia mundial entre en suspensión de pagos, por lo que esta semana el parqué neoyorquino ha acumulado su mayor descenso de 2011.
"Hay muchas maneras de salir de este embrollo, pero apenas nos queda tiempo (...) Es el momento del compromiso", advirtió de nuevo esta jornada el presidente estadounidense, Barack Obama, a quien al igual que a los inversores se le está acabando la paciencia mientras que la fecha para que Estados Unidos se declare en mora se acerca peligrosamente.
Solamente tienen cuatro días los congresistas estadounidenses para alcanzar un acuerdo que eleve inmediatamente el límite de endeudamiento del país, hasta ahora fijado en los 14,29 billones de dólares, con el que evitar que Estados Unidos se quede sin fondos, como ha alertado el Departamento del Tesoro.
Mientras tanto la división entre republicanos y demócratas parece no poder ser mayor, y de hecho a esta hora la Cámara de Representantes procedía a la votación del plan republicano, que plantea un recorte del gasto público de casi un billón de dólares en los próximos diez años, lo que permitiría elevar el techo de deuda hasta finales de este año, aunque obligaría a una nueva votación a comienzos de 2012.
Pero tanto el mandatario estadounidense como la mayoría demócrata del Senado han anunciado que rechazarán esa propuesta, ya que exigen un acuerdo más amplio, que incluye recortes de 2,2 billones de dólares en la próxima década, y a cambio permitiría aumentar el tope de deuda hasta 2013.
El drama en el Capitolio lleva pesando sobre el ánimo de los inversores los últimos seis días, en los que el Dow Jones de Industriales, el principal indicador de Wall Street, no ha conocido lo que eran los números verdes.
El índice de referencia del parqué neoyorquino se dejó hoy el 0,79 % para terminar en las 12.143,24 unidades, con lo que esta semana ha caído un pronunciado 4,24 %, lo que supone su mayor retroceso semanal desde mayo del 2010.
Por su parte el selectivo S&P 500 se dejó el 0,65 %, de forma que ha perdido el 3,92 % semanal, al tiempo que el índice compuesto del mercado Nasdaq retrocedió el 0,36 %, con lo que estos cinco días ha perdido el 3,58 %.
Por si la posibilidad de que Estados Unidos se declare en suspensión de pagos no era suficiente, esta jornada se conocieron unos desalentadores datos macroeconómicos en este país que reforzaron aún más el ánimo vendedor de los inversores.
La actividad económica del país creció a un ritmo anual del 1,3 % entre abril y junio, seis décimas menos que lo esperado por los analistas.
Además el Departamento de Comercio, que había señalado un crecimiento del 1,9 % entre enero y marzo, ha corregido sus cifras y señala ahora que en realidad el Producto Interior Bruto (PIB) se incrementó en el primer trimestre a una tasa anual del 0,4 %.
Por otro lado, esta sesión también se conoció que la confianza de los consumidores en la evolución de la economía de EEUU y de su situación financiera personal cayó en julio hasta su nivel más bajo desde marzo de 2009, según la Universidad de Michigan, que atribuyó parte de ese retroceso precisamente a la falta de acuerdo para elevar el límite de deuda del país.
"Aunque puede que los consumidores no entiendan totalmente el debate sobre la deuda federal, sí que comprenden el significado de las repetidas alertas sobre sus 'nefastas consecuencias económicas'" dijo el director de ese sondeo, Richard Curtin.
Ante ese panorama, no fue de extrañar que las dos empresas del Dow Jones que presentaron hoy unos sólidos resultados empresariales, Merck y Chevron, terminasen la jornada en terreno negativo.
La semana que vine el tema estrella en los mercados neoyorquinos volverá a ser la crisis de la deuda en Estados Unidos, aunque los inversores también estarán pendientes de la difusión de las cuentas de Pfizer, MasterCard, Time Warner, Kraft y Procter & Gamble.
Además también se conocerán múltiples noticias macroeconómicas, como los índices del sector manufacturero y el de servicios que elabora el Instituto de Gestión de Suministros, así como los datos sobre creación de empleo en el sector privado que difunde Automatic Data Processing. EFE