Berlín, 1 may (EFE).- La poderosa Confederación Alemana de sindicatos (DGB), que integra todos los movimientos obreros del país, hizo hoy un llamamiento a la lucha en favor del salario mínimo, contra los bajos sueldos, el poder de los bancos y la política del gobierno de la canciller federal, Angela Merkel.
"La hora a 8,50 euros. Eso es hormigón. De ahí no bajamos", ha dicho el presidente de la DGB, Manfred Sommer, en el acto central de la confederación de organizaciones laborales germanas en Stuttgart, al sur del país, con motivo del Primero de Mayo.
Asimismo ha calificado de equivocada la política de la canciller alemana, Angela Merkel, y los gobiernos europeos que la secundan de ahorrar drásticamente para hacer frente ala crisis de la deuda y presupuestaria.
"No es la gente la que ha vivido por encima de sus posibilidades, sino las élites avariciosas las que han saqueado los estados y quieren seguir haciéndolo", ha afirmado Sommer, para quien "solo existe una manera social de hacer efectivo el freno a la deuda: con la subida de los impuestos a los ricos".
Ante unas cinco mil personas reunidas en el centro histórico de la capital del rico estado de Baden Württemberg, el presidente del DGB expresó igualmente su apoyo a la creación de un impuesto de transacciones financieras.
De esa manera el estado no solo cobraría "por venderos un panecillo, sino también cuando los especuladores ponen a bailar sus ordenadores", ha señalado Sommer, quien ha subrayado que esa tasa serviría para financiar programas coyunturales o la lucha contra el desempleo juvenil.
El Primero de Mayo ha dado lugar a manifestaciones convocadas por los sindicatos en todas las grandes ciudades alemanas, como en Berlín, donde marcharon por el centro de la ciudad mas de cinco mil personas bajo el lema "Salarios justos - seguridad social".
A esta última se sumo el presidente del sindicato gremial IG-Metall, Berthold Huber, que se encuentra sumergido en plena lucha laboral para obtener mejores condiciones en la negociación del convenio del sector.
Desde este domingo IG-Metall ha convocado a paros selectivos y temporales a los 3,6 millones de trabajadores del metal y las industrias electrotécnicas para reclamar subidas salariales del 6,5% y la contratación indefinida de los aprendices.
Manfred Sommer ha advertido además contra una pérdida silenciosa de las conquistas sociales y laborales como consecuencia de las medidas adoptadas por los gobiernos europeos para afrontar la crisis de la deuda y presupuestaria.
En ese sentido aboga por una política completamente opuesta, con programas coyunturales en vez de ahorro y la elaboración de un "multimillonario plan Marshall" para relanzar las economías del viejo continente. EFE