Berlín, 17 oct (EFE).- El Gobierno alemán espera que la economía alemana crezca un 0,8 por ciento este año y un 1,0 en el próximo con lo que, según dijo el ministro de Economía, Philipp Rösler, se mantendrá en la senda de crecimiento "pese a todas las turbulencias" que se dan en el panorama internacional.
"La buena noticia es que la economía alemana seguirá en la senda de crecimiento pese a todas las turbulencias de la economía mundial", dijo Rösler al presentar las previsiones económicas de otoño del Gobierno federal.
El primer semestre de 2012 fue, según Rösler, mejor que lo que se había previsto en los pronósticos primaverales. Eso llevó a un ligero aumento del pronóstico de crecimiento para este año que originalmente había estado en el 0,7 por ciento.
Sin embargo, el ministro advirtió de que la economía alemana sigue atravesando "aguas tormentosas" en vista de la crisis de la deuda en Europa y el debilitamiento de algunos países emergentes en Asia y en Latinoamérica.
Eso hace que la dinámica del segundo semestre sea menor que la del primero, pese a lo cual, dijo Rösler, no puede hablarse de una crisis.
"La economía alemana tiene una constitución robusta y un fundamento sólido. Hay mucho que apunta que en 2013 vendrán nuevos impulsos con lo que podrá recuperarse la dinámica en Alemania", dijo el ministro alemán.
Pese a ello, en el pronóstico de 2013 hay una clara corrección a la baja, puesto que originalmente éste había estado en el 1,6 por ciento.
La situación del mercado laboral, según las previsiones del Gobierno, seguirá estable, con una cifra de parados inferior a los 3 millones de personas y una cuota de desempleo en torno al 7,0 por ciento.
Los salarios reales, según Rösler, han vuelto a crecer desde 2009, después de que en los años anteriores hubieran estado estancados o incluso hubieran bajado. Este año los salarios reales, según Rösler, crecerán un 2,8 por ciento y el próximo, un 2,6 por ciento.
La inflación en Alemania, según Rösler, alcanzará este año el 2,0 por ciento y el próximo, un 1,9 por ciento.
Las exportaciones seguirán creciendo, pese a las dificultades en la zona del euro, y en 2012 y 2013 tendrán un aumento de 4,1 y 4,4 por ciento respectivamente.
Las importaciones, debido al debilitamiento de las inversiones en equipo por parte de las empresas alemanas, sólo crecerán este año un 3,2 por ciento. Sin embargo, el Gobierno espera que el próximo año haya un repunte y crezcan un 5,1 por ciento.
En la presentación, Rösler se mostró partidario de seguir estimulando el crecimiento a través de una reducción de la carga fiscal, tal y como está planteado en un proyecto de reforma tributaria que se encuentra estancado debido a la oposición de la mayoría de los gobiernos regionales.
Asimismo, el ministro advirtió que se deben evitar nuevas regulaciones del mercado laboral y subrayó la necesidad de rebajar las cotizaciones para las cajas pensiones a partir del 1 de enero de 2013, como está previsto.
"La economía alemana tiene capacidad de funcionar incluso en tiempos tormentosos si no arriesgamos nuestros fundamentos con nuevas cargas. Sólo así podemos mantener los puestos de trabajo y crear nuevos", dijo el ministro.
El rechazo a nuevas regulaciones del mercado laboral por parte de Rösler apunta a una discusión que hay dentro de la coalición de gobierno, donde algunos se han mostrado abiertos a introducir un salario mínimo reglamentado legalmente, lo que responde a una exigencia de la oposición socialdemócrata. EFE