Buenos Aires, 19 nov (EFE).- Funcionarios y expertos de los Estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) iniciaron hoy en Buenos Aires una reunión en la que buscarán definir un mecanismo común para prevenir y luchar contra el fenómeno de la falsificación de medicamentos.
La cita, que se desarrollará hasta el próximo miércoles, es la primera de carácter global que los Estados miembros de la OMS realizan para abordar la problemática de los productos médicos falsificados o de etiquetado engañoso.
El encuentro fue formalmente inaugurado hoy por la directora de la OMS, Margaret Chan; el ministro de Salud argentino, Juan Manzur, y el representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Argentina, Pier Paolo Balladelli.
"Los medicamentos son un asunto global que puede tener efectos devastadores en la salud de la población. La sofisticación tecnológica hace más complejo el control de los medicamentos. Este nuevo mecanismo que hoy nace en Argentina impactará con sus decisiones en prevenir la muerte y la enfermedad", destacó Balladelli.
Los expertos buscan definir las normas internacionales que garanticen el control de este tipo de medicamentos, "de modo de proteger la salud pública y facilitar el acceso a presentaciones asequibles, seguras, eficaces, legítimas y de calidad", según informó la OMS en un comunicado.
"La circulación de productos médicos sin las debidas garantías de seguridad y eficacia representa un problema de salud pública a nivel global que causa muertes, enfermedades y daños que afectan a toda la población, sin distinción de género o edad, por lo cual es fundamental la colaboración internacional en la prevención y el combate de estas conductas", afirmó Manzur.
El ministro de Salud argentino pidió a los participantes en la reunión que hagan sus "mayores esfuerzos" para "conseguir los acuerdos necesarios" que permitan delinear el nuevo mecanismo para combatir esta problemática.
La OMS advirtió que la fabricación, distribución y venta de productos médicos de "calidad subestándar, espurios, de etiquetado engañoso, falsificados o de imitación es un problema que afecta el acceso a un bien público global de salud y pone en peligro la salud de la población de todas las regiones y los Estados miembros".
"Además, menoscaba la confianza del público en los medicamentos que pueden salvar vidas, en los sistemas de salud y en los profesionales sanitarios, provocando un importante despilfarro de recursos del Estado y de las familias", explicó la organización.
Según el comunicado, en los últimos doce meses se ha informado a la OMS de unas 150 defunciones atribuidas principalmente a incidentes con productos médicos de este tipo, aunque se sospecha que esta cifra representa un nivel de notificación muy inferior a la situación real. EFE