La Habana, 22 nov (EFE).- Cuatro años después de iniciado el plan de entrega de tierras ociosas en usufructo, Cuba sigue "perfeccionando" la medida sin haber cuantificado el impacto económico de los nuevos campesinos en la agricultura de un país que gasta 1.500 millones de dólares al año en importar alimentos.
Desde que el Gobierno aprobó la medida en 2008, alrededor de 1,5 millones de hectáreas de tierras estatales han sido entregadas a unos 176.000 usufructuarios, la mayoría de ellos nuevos agricultores, pero no existen cifras de sus resultados productivos, según reconocieron hoy en La Habana responsables del Ministerio de la Agricultura.
Funcionarios de ese sector admitieron en rueda de prensa que "no se ha hecho" una evaluación general de los rendimientos agrícolas de los usufructuarios, si bien las autoridades del sector realizan "un seguimiento directo" a cada nuevo campesino.
La entrega de tierras en usufructo fue una de las primeras medidas del presidente Raúl Castro dentro de su política para revitalizar la agricultura, un asunto que Cuba considera de "seguridad nacional" porque anualmente gasta más de 1.500 millones de dólares en importar el 80 % de los víveres que consume.
El director del Centro Nacional de Control de la Tierra, Pedro Olivera, y el responsable jurídico del Ministerio de la Agricultura, Orlando Díaz, defendieron como elementos cualitativos "positivos" del proceso que ha disminuido la tierra ociosa del país y que se empieza a repoblar el campo.
No obstante, admiten deficiencias pendientes como los mecanismos de comercialización que enfrentan los nuevos productores.
Díaz advirtió que se trata de "un proceso todavía joven" que se irá perfeccionando y dijo que su resultado "a la vuelta de unos años va a ser superior".
Al inicio del proceso, las autoridades estimaron en 1,2 millones las hectáreas de tierra disponible, pero actualmente hablan de 2 millones.
El 75 % de los usufructuarios no tenía experiencia previa en la agricultura.
En su política de "perfeccionar" y "consolidar" la medida, el Gobierno aprobó nuevas normas que entrarán en vigor el próximo 9 de diciembre e incluyen algunos de los reclamos surgidos desde 2008, como el que se permita a los usufructuarios construir viviendas en las tierras.
El nuevo paquete de normas autoriza efectivamente esas construcciones y las de otros inmuebles ligados a la producción y asegura la continuidad del derecho de usufructo para los familiares en caso de que el titular de la tierra fallezca o quede incapacitado.
El límite máximo de hectáreas de tierra a entregar por usufructuario se amplia ahora de 40 a 67 y se permite además realizar actividades forestales y de producción de frutales.
Otros beneficios serán que personas con otros vínculos de empleo podrán también solicitar tierra y en la firma de los contratos se eliminan los intermediarios entre el usufructuario y la entidad estatal a cargo de la tierra.
En enero Cuba implementará una nueva ley tributaria cuyos pormenores se divulgaron esta semana, y que también busca impactos positivos en la agricultura.
En concreto, los productores tendrán beneficios fiscales que incluyen hasta un 50 % de reducción del tipo impositivo en comparación con el que se aplica a los demás sectores económicos.
En el caso de los usufructuarios, durante dos años estarán exonerados de pagar determinados impuestos y si el terreno que le asignan está infestado de plantas leñosas, el plazo se amplía a cuatro años. EFE