Bruselas, 14 mar (EFE).- Los líderes de la Unión Europea (UE) ratificaron hoy su compromiso con la austeridad y las reformas como receta de saneamiento de las finanzas públicas y de las economías europeas, pero admitieron que esta vía no excluye una cierta flexibilidad ante la urgente necesidad de generar empleo y crecimiento.
Reunidos sin la presión de los mercados, pero sí con la de la calle, los Veintisiete tomaron nota del descontento ciudadano patente en una multitudinaria manifestación en contra de la austeridad que se desarrolló en las cercanías de la sede del Consejo Europeo.
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, señaló que examinada de cerca la dimensión social de la crisis y el problema del paro en Europa, los Veintisiete son "conscientes del miedo de la gente. Las respuestas son difíciles de determinar... La economía debería de impulsarse a finales de este año y afianzarse en 2014".
Subrayó también que los Veintisiete tienen que "luchar contra el paro: La situación es terrible en algunos países, y hay que revisar la política en términos de crecimiento y competitividad".
Pero sus recetas contra el paro juvenil son las ya conocidas de la Garantía Juvenil -para que, no más allá de cuatro meses después de terminar sus estudios, a los jóvenes europeos desempleados se les ofrezca un puesto de trabajo o de aprendizaje, formación o una combinación de ambos- ó los 6.000 millones de euros que provendrán del próximo presupuesto comunitario.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, consideró que se debe actuar para hacer frente a un doble alejamiento: "Que Europa se aleje del crecimiento y que los ciudadanos se alejen de Europa".
Rajoy señaló que hay que conjugar la consolidación fiscal con el crecimiento, cumplir en tiempo y forma con los compromisos adquiridos, y avanzar en una mayor integración financiera, económica, fiscal y política.
Con todos esos pasos, dijo, que "no cabe ninguna duda" de que se va a lograr el crecimiento y la generación empleo.
El presidente de Francia, François Hollande, insistió en su habitual mensaje sobre la necesidad de que los ajustes fiscales sean "compatibles" con la perspectiva del crecimiento, y subrayó que la UE debe escuchar a los europeos y ofrecer "crecimiento" y "esperanza".
Según Hollande, hay un claro consenso entre los Veintisiete para hacer todo lo posible "contra el paro en general y contra el juvenil en especial", un mensaje que también destacó la canciller de Alemania, Angela Merkel.
Señaló que en la cumbre ha quedado claro que ha habido algunos progresos en materia de competitividad, pero también que se requiere "más tiempo y determinación" para lograr resultados.
Esos resultados, agregó Merkel, significan sobre todo "más empleo" y más trabajo para los jóvenes menores de 25 años.
La canciller alemana, vista a menudo como la guardiana del ajuste en Europa, insistió en su mensaje de que la consolidación fiscal, las reformas estructurales y el crecimiento no son elementos opuestos, sino entrelazados.
En la reunión del jueves no se abordó el problema que tienen algunos países para cumplir el objetivo de déficit, pero en las conclusiones aprobadas al término del Consejo Europeo se hace un guiño a estos Estados miembros y a los que piden a viva voz más flexibilidad y más crecimiento.
Así, se reconoce "la necesidad de una consolidación fiscal diferenciada y compatible con el crecimiento" y para ello cuentan que les da el Pacto de Estabilidad y Crecimiento y el pacto fiscal no solo para el modificar el calendario del objetivo de déficit, sino también para permitir inversiones públicas "productivas".
Hollande señaló al respecto que los objetivos de ajuste no deben ser incompatibles con el crecimiento, un mensaje que permite a Francia afrontar "con confianza" las discusiones sobre su meta de déficit.
Rajoy, por su parte, dijo que "ya veremos cómo se producen los acontecimientos, pero hoy por hoy, el objetivo de déficit para España en 2013 sigue siendo del 4,5, y España no ha planteado una cosa distinta en la reunión de hoy".
El primer ministro italiano en funciones, Mario Monti, aseguró por su parte en su última cumbre que los líderes miran con atención al caso italiano, donde su política de ajuste le supuso una derrota electoral.
Defendió la necesidad de avanzar hacia un nuevo tipo de consolidación orientada al crecimiento y de dar "un margen de flexibilidad" a los países a la hora de anotar sus inversiones en el déficit público con el fin de facilitar el crecimiento y generar puestos de trabajo. EFE
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