Bruselas, 13 jun (EFE).- Los ministros de Comercio de la Unión Europea (UE) tratarán mañana de cerrar el mandato para negociar un acuerdo comercial y de inversiones con Estados Unidos, en el que el punto más polémico es la decisión de incluir el sector audiovisual en el proceso o excluirlo, como pide Francia.
El punto principal del consejo de ministros será el llamamiento a adoptar el mandato que sirva de base a la Comisión Europea (CE) para entablar la negociación de ese tratado transatlántico, con la idea de que las conversaciones se puedan iniciar este mismo mes.
Para tratar de lograr un consenso, la presidencia irlandesa de turno de la Unión ha planteado incluir la industria audiovisual en la negociación, como ha propuesto la CE, pero señalando tres líneas rojas para proteger la llamada "excepción cultural".
La primera señala que en la negociación con EEUU no se verá afectado "ninguno de los mecanismos existentes en la UE" para apoyar las obras europeas, como las cuotas que garantizan la emisión en televisiones de un mínimo de programas europeos o las disposiciones que facilitan la financiación de producciones hechas en el continente.
La segunda salvaguarda protege "todos los tipos de subsidios" que recibe el sector audiovisual, mientras que la tercera pretende garantizar que la UE y sus países mantengan "un margen" para imponer más medidas de protección con vistas, sobre todo, a adaptarse al ámbito digital.
Fuentes comunitarias señalaron que éste es el aspecto que más preocupa a los países, ya que alertan de que el mercado de contenidos audiovisuales en el medio digital está en plena evolución y puede sufrir grandes transformaciones en los próximos años.
Francia quiere dejar fuera de la negociación con Estados Unidos este sector "por razones económicas y políticas" ante el poder de las empresas estadounidenses en ese ámbito, y como ejemplo recordaron que la UE no incluyó en el mandato negociador de tratados comerciales previos los servicios audiovisuales, dijeron fuentes diplomáticas.
En mandatos anteriores -para un tratado multilateral de servicios o para un tratado de libre comercio con Japón-, la Unión descartó cualquier compromiso sobre su sector audiovisual, confirmaron a Efe fuentes comunitarias.
La delegación francesa también argumenta que Estados Unidos quiere mantener al margen de la negociación algunos sectores.
Ese país considera "sensibles" para sus intereses áreas como la contratación pública, los servicios financieros, las aerolíneas o el transporte marítimo, que hasta ahora se mantiene hermético ante operadores extranjeros, indicaron fuentes comunitarias.
Bélgica se ha mostrado en la misma línea que Francia, mientras que otros países como Hungría y Rumanía también han expresado sensibilidad hacia ese tema pero sin especificar demasiado, y otros como Italia y Polonia se mantienen más abiertos y están dispuestos a discutir salvaguardas y garantías para la "excepción cultural".
España, por su parte, es partidaria de proteger a la industria europea y de garantizar una "competencia razonable" con las producciones extranjeras, dijo a Efe esta semana el ministro de Cultura, José Ignacio Wert.
Tradicionalmente, la base para tomar una decisión en el Consejo sobre la apertura de unas negociaciones comerciales es un "consenso entre todos los Estados miembros", a pesar de que el artículo 207 del Tratado de Funcionamiento de la UE estipula que las decisiones sobre política comercial común requieren mayoría cualificada.
Francia podría vetar legalmente el procedimiento para proteger la excepción cultural teniendo en cuenta que el Consejo debe pronunciarse por unanimidad para la negociación de acuerdos en el ámbito del comercio de servicios culturales y audiovisuales, cuando esos pactos "puedan perjudicar a la diversidad cultural y lingüística de la Unión". EFE