Panamá, 17 dic (EFE).- La fase final del ambicioso proyecto de ampliación del Canal de Panamá, que permitirá casi triplicar la capacidad de carga de la vía interoceánica, avanza en medio de suspicacias sobre la capacidad del consorcio internacional a cargo de la obra de terminarla en las condiciones previstas.
En las últimas semanas la prensa panameña ha escrito largo sobre supuestos costos adicionales que el Grupo Unidos por el Canal (GUPC), liderado por la española Sacyr Vallehermoso, reclamaría a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) por cauces supuestamente distintos a los previstos en el contrato.
A esos reclamos económicos, que superarían los 1.300 millones de dólares de acuerdo a los datos periodísticos, se suma al retraso en la conclusión de la obra, que sería entregada en junio de 2015 y no en octubre de 2014, como estipula el contrato firmado por la ACP y GUPC.
Incluso el administrador de la ACP, Jorge Quijano, ha dicho que ese ente autónomo del Estado está en capacidad de tomar el control de la ampliación en caso de que GUPC falle, aunque matizó el asunto expresando su confianza en que el consorcio actuará con "sabiduría", terminará la obra y se atendrá a los canales establecidos para hacer sus reclamos.
Quijano, además, dijo que se negó a negociar con el GUPC cualquier ajuste de costos fuera de contrato "porque se puede perder la garantía de fianza de cumplimiento", que suma 600 millones de dólares a cargo de una aseguradora.
El administrado de la ACP aseveró que sería el primero en estar de acuerdo en hacer los pagos adicionales que se justifiquen y que se presenten por las vías reglamentarias, aunque aclaró que solo es manejable un aumento de costos de entre 5 % y 10 %.
El GUPC, que rara vez se dirige a la opinión pública, reaccionó de inmediato y a través de un comunicado dijo el mismo lunes estar "comprometido" con finalizar en el "plazo correspondiente" el proyecto de ampliación del Canal de Panamá.
El Grupo, que además de Sacyr integran la empresa italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña CUSA, argumentó en su breve misiva que hasta el momento ha cumplido con el cronograma presentado a la ACP y la obra cuenta con más de un 64 % de avance.
El consorcio expresó, asimismo, su "sorpresa" por las versiones sobre supuestas presiones para cobrar los costos adicionales y las negó, alegando "que todas las reclamaciones se han cursado por las vías previstas en el contrato".
El GUPC se adjudicó del proyecto de ampliación, que comenzó en 2007, por un valor global de 5.250 millones de dólares, mientras el contrato para la construcción de las nuevas esclusas fue de un valor de unos 3.118 millones de dólares, mil millones menos que el otro oferente más cercano.
El Grupo ha presentado varias reclamaciones por costos adicionales, entre ellas una en 2012 por 573 millones de dólares, que la ACP rechazó, por lo que el consorcio apeló a la Junta de Resolución de Conflictos (DAB, por su sigla en inglés), un organismo independiente contemplado en el contrato.
Según la prensa local, la ACP fue notificada la semana pasada por el consorcio que había retirado el reclamo ante la DAB, lo que el GUPC no ha confirmado ni desmentido.
La capacidad financiera del Grupo está siendo cuestionada en Panamá, donde medios como la Prensa ha informado hoy que el consorcio adeudaría hasta 150 millones de dólares a contratistas y subcontratistas involucrados en la ampliación de la vía interoceánica.
El rotativo citó fuentes vinculadas al sector de la construcción involucrados en la construcción del nuevo juego de esclusas, cuyas primeras cuatro compuertas, de un total de 16, llegaron en agosto pasado procedentes de Italia, donde son construidas.
En el programa de ampliación del Canal de Panamá trabajan 11.314 personas, de las cuales 7.506 son empleados del GUPC y 3.808 son subcontratados, según datos periodísticos.
El impacto internacional de la ampliación del Canal, que Estados Unidos construyó y operó desde 1914 hasta 1999, cuando lo traspasó a Panamá, ya comenzó a sentirse, con millones de dólares en inversiones en decenas de puertos de los que salen o llegan los barcos Postpanamax, con capacidad de hasta 12.600 contenedores. EFE