Zaragoza, 20 oct (EFE).- La plantilla de General Motors en
Figueruelas (Zaragoza) irá a la huelga durante cuatro días para que
Magna cambie el plan de reestructuración, medida que el ministro de
Industria, Miguel Sebastián, cree "contraproducente" en el proceso
de compra de Opel por la compañía austríaco-canadiense, que podría
cerrarse esta semana.
El comité de empresa de Figueruelas ha respaldado hoy los paros
de 24 horas los días 28 y 30 de octubre y 3 y 5 de noviembre, que
esperan que sean secundados por la plantilla masivamente ante los
recortes previstos por Magna, que incluye 1.332 despidos.
El objetivo de la huelga, ha declarado el presidente del comité,
José Juan Arceiz, es desbloquear la negociación y que Magna presente
una nueva propuesta "clara, acorde con las dimensiones de la planta
y con las reivindicaciones" sindicales.
Ante estos paros, el titular de Industria ha pedido un "esfuerzo"
a Magna para resolver el ajuste a corto plazo de la factoría y ha
considerado que la huelga sería "contraproducente".
Sebastián ha señalado que los paros no serían buenos para nadie,
ni para España, ni para Figueruelas, ni para los trabajadores, ni
para la empresa, ha pedido a las dos partes que retomen el diálogo y
ha ofrecido su mediación para conseguirlo.
El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, se ha mostrado
confiado en que todavía se pueda seguir negociando y se alcance un
acuerdo positivo para Figueruelas, y ha subrayado que el Ministerio
de Industria "lo está haciendo francamente bien" y los sindicatos
"están dando pruebas" de que quieren un acuerdo negociado "más allá
de que la propuesta actual no sea de su entera satisfacción".
En cuanto al proceso de venta de Opel a Magna, la Comisión
Europea ha recalcado hoy que no tiene intención de bloquearla, si
finalmente General Motors confirma el acuerdo, pero ha señalado que
las autoridades alemanas deben todavía informar sobre los detalles
de la ayuda financiera para facilitar la transacción.
"No tenemos ninguna intención de bloquear la operación", ha
asegurado el portavoz comunitario de Competencia, Jonathan Todd,
quien ha explicado que se respetará la decisión de GM y el fondo que
gestiona Opel, una vez que ha quedado claro que la oferta de fondos
públicos de Berlín no está condicionada a un inversor determinado ni
a la aplicación de un plan previamente pactado.
El presidente del Fondo Fiduciario Opel, Fred Irwin, ha dicho hoy
en Fráncfort (Alemania) que GM analizará con pragmatismo la
situación creada por las dudas planteadas por la Comisión Europea a
las ayudas prometidas por el Gobierno alemán y que buscará una
solución "sensata".
Irwin ha señalado, en declaraciones a la emisora alemana
Deutschlandfunk, que está en el interés de GM, del Gobierno alemán,
de los estados federados (que acogen plantas de Opel) llegar a una
solución, a la vez que ha asegurado que prefiere que no se reabra el
proceso de venta de GM Europa.
Sin embargo, según indica hoy el periódico "The Wall Street
Journal", GM podría cancelar la venta al consorcio encabezado por
Magna y quedarse con la totalidad del fabricante automovilístico si
el acuerdo no puede mantenerse.
El rotativo económico dice que el llamado "Plan B" es contemplado
por los directivos de General Motors, pero la venta del 55 por
ciento de Opel a Magna y su socio ruso Sberbank continúa como la
opción preferida.
Según el diario, si GM anulase la venta de Opel, llevaría a cabo
reestructuraciones "más profundas que las que Magna planea", que
pasan por la eliminación de unos 10.000 puestos de trabajo en
Europa, 1.332 en la planta de Figueruelas.
El presidente de GM, Fritz Henderson, ha declarado hoy al
periódico "Financial Times" que está "razonablemente confiado" de
que esta semana se firmará el acuerdo con Magna.
Henderson también se ha referido a la opción de mantener Opel si
el acuerdo con Magna no fructifica, pero ha reiterado que el deseo
de GM es que el acuerdo con la empresa austríaco-canadiense y su
socio ruso siga adelante. EFE