Washington, 22 oct (EFE).- La crisis económica está obligando a
muchos estadounidenses ha replantearse su jubilación hasta el punto
que, según un estudio dado a conocer hoy, un 65 por ciento de los
trabajadores del país creen que tendrán que retrasar su retiro al
menos un año.
Los datos recopilados por la firma Sun Life Financial señalan que
el mes pasado la cifra de trabajadores cuyos planes de jubilación
habían cambiado por la crisis aumentó más de un 10 por ciento con
respecto a diciembre de 2008, cuando un 54 por ciento dijo que
tendría que retrasar su retiro.
"Después de tres estudios y un año después, podemos decir de
forma definitiva que la vuelta al trabajo es la nueva norma" afirmó
el presidente de Sun Life Financial en Estados Unidos, Wes Thompson.
"El índice de vuelta al trabajo de Sun Life muestra los efectos
que indicadores económicos como el aumento del desempleo, la caída
del valor de la vivienda y las pérdidas financieras están teniendo
en los planes de retiro de los estadounidenses", añadió.
Sun Life Financial también dijo que un 55 por ciento de los
estadounidenses ahora planea trabajar tras cumplir 67 años de edad,
la cifra más alta en la historia del país, y de esa cifra un 28 por
ciento tendrá que hacerlo a tiempo completo.
Además, las razones para volver al trabajo también han cambiado.
Hace un año, la principal razón para seguir trabajando más allá del
cumpleaños número 67 era mantenerse mentalmente activo. Ahora es
ganar el suficiente dinero para vivir bien, explicó Thompson.
De forma paralela, el número de estadounidenses que considera
tener suficiente dinero para cubrir las necesidades básicas de su
estilo de vida se redujo un 6 por ciento desde agosto de 2008 y, en
la actualidad, se sitúa sólo en un 40 por ciento.
Y los que tienen suficiente para sus aficiones se ha reducido al
25 por ciento, un 8 por ciento menos que en el verano del año
pasado, justo antes del estallido de la crisis financiera.
El 77 por ciento de los trabajadores estadounidenses han
respondido a la crisis reduciendo sus gastos y casi la mitad del
país, un 48 por ciento, está ahorrando e invirtiendo más dinero que
antes.
El principal campo de ahorro es el de entretenimiento y gastos de
restaurantes con alrededor de un 80 por ciento de los
estadounidenses reduciendo la cantidad de dinero que dedican a estas
actividades. Pero casi la mitad de los estadounidenses también ha
recortado su viajes y vacaciones. EFE
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