Brasilia, 23 oct (EFE).- El presidente brasileño, Luiz Inácio
Lula da Silva, se quejó hoy de los "excesos" de burocracia y de
mecanismos fiscalizadores que existen en el país, pues en su opinión
frenan obras importantes para el desarrollo.
"Brasil está trabado", afirmó Lula en un acto público, en el que
aseguró que "no es fácil administrar un país con la maquinaria de
fiscalización que existe".
Según el presidente, esos "excesos" de burocracia deben atajarse,
de modo que "se permita que quien tiene el poder de fiscalizar lo
haga, pero también que quien tiene el deber de ejecutar obras las
ejecute".
A modo de anécdota, relató que recientemente visitó una obra en
una región del país que no precisó, que "tenía nueves meses parada
porque alguien pensó que una piedra redonda podía ser un hacha de
algún pueblo indígena" y se creyó que en el sitio se podían esconder
unas ruinas de valor arqueológico.
Según Lula, es necesario acabar "con esto de que cinco remamos
hacia adelante y otros cinco reman hacia atrás, porque así no vamos
a ganar la medalla de oro del crecimiento".
Las palabras del presidente fueron refrendadas por el ministro de
Minas y Energía, Edison Lobão, quien explicó que las obras de una
presa hidroeléctrica, que tampoco identificó, "ya fueron paralizadas
diez veces", lo cual ha provocado "atrasos considerables en un área
como la de producción de energía, que es fundamental para el país".
Lobão dijo que uno de los motivos de paralización de esas obras
fue que "había indios a unos 100 kilómetros de distancia y ellos
alegaban que en la zona en la que se construye la hidroeléctrica se
instalan a vender sombreros de paja".
"Hay que tener mucha paciencia", apuntó el ministro con visible
disgusto. EFE