Washington, 1 abr (EFE).- El legislador republicano Paul Ryan, presidente del Comité Presupuestario de la Cámara baja de Estados Unidos, presentó hoy la propuesta de su bancada en la Cámara de Representantes para el año fiscal 2015, bajo el título "El camino a la prosperidad".
La propuesta conservadora para este año reduce el gasto público en 5,1 billones de dólares con el objetivo de afianzar el crecimiento económico y comenzar a pagar la deuda externa que acumula el país, apuntó la oficina de Ryan en un comunicado.
"Este es un plan para equilibrar el presupuesto y crear puestos de trabajo, y se construye sobre un simple hecho: No podemos seguir gastando el dinero que no tenemos", afirmó el legislador por Wisconsin.
"Este presupuesto provee alivio para las familias. Demasiados estadounidenses luchan por llegar a fin de mes, mientras que Washington sigue viviendo por encima de sus posibilidades. Es irresponsable quitarle más a las familias trabajadoras para gastar más en Washington", insistió el republicano.
El presidente del Comité Presupuestario de la Cámara aseguró que la ley presupuestaria bipartidista aprobada a finales del año pasado "fue un buen primer paso", pero "hay que hacer más".
"Con la mayoría de la Cámara, tenemos la responsabilidad de diseñar una visión a largo plazo para el país, y este presupuesto demuestra cómo vamos a resolver los desafíos más grandes de nuestra nación", agregó.
Según los datos de la propuesta, el proyecto tendría como objetivo empezar a pagar la deuda federal en 10 años, así como eliminaría la reforma sanitaria promovida por el presidente Barack Obama "abriendo el camino para una nueva reforma".
En reacción a la propuesta republicana, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, advirtió de que el texto "aumentaría los impuestos a las familias de clase media con niños en un promedio de por lo menos 2.000 dólares y reduciría los impuestos para los hogares con ingresos por encima de 1 millón de dólares".
"Obligaría a profundos recortes en las inversiones en nuestras carreteras y puentes, en la investigación científica para curar enfermedades como el Alzheimer y en todos los niveles de la educación desde la primera infancia hasta la universidad", agregó el portavoz presidencial.
"Debido a una falta de voluntad terca para reducir el déficit de forma equilibrada mediante el cierre de las lagunas fiscales para los ricos, el Presupuesto Republicano de la Cámara desaceleraría la economía, arremetería contra la clase media, y pondría en peligro los beneficios garantizados que la tercera edad ha pagado y se ha ganado", dijo.
Republicanos y demócratas alcanzaron un histórico acuerdo presupuestario el pasado diciembre planteado hasta 2015 tras años de desencuentros.
Ese presupuesto bipartidista redujo ligeramente los duros recortes automáticos en Defensa, que no querían los republicanos, y dejó casi intactos programas sociales que los demócratas no querían ver afectados, como Medicare (sanidad para jubilados) o Medicaid (asistencia sanitaria para familias de bajos ingresos).
El nivel de gasto discrecional (el que se puede modificar año a año) se situó a medio camino entre lo que pedían los demócratas (1,058 billones) y los republicanos (967.000 millones), con 1,012 billones de dólares en el año fiscal 2014 y 1,014 billones de dólares en el ejercicio de 2015.