Shanghái (China), 26 nov (EFE).- La Corporación Industrial del
Automóvil de Pekín (BAIC), que iba a participar junto al constructor
sueco de automóviles Koenigsegg en la compra de Saab, propiedad de
General Motors (GM), lamenta la retirada del que iba a ser su socio
y afirma que reconsiderará su propia postura en la operación.
"En vista de la retirada de Koenigsegg, revaluaremos
cuidadosamente el proyecto y tomaremos las decisiones oportunas",
anunció hoy la firma china mediante un comunicado.
Koenigsegg desveló en septiembre que BAIC iba a aportar capital
para su compra de Saab y, aunque no desveló la cantidad, sí afirmó
que la participación de la empresa estatal china sería minoritaria.
Sin embargo, hace tan sólo dos días, el fabricante sueco de
vehículos deportivos rompió el acuerdo con GM después de seis meses
de negociaciones, alegando que los retrasos para cerrar el trato
habían causado "riesgos e inseguridades" que impedían realizar con
éxito el nuevo plan de negocio.
A pesar del "lamentable" fracaso de la operación, en la que,
según el comunicado, BAIC "participó activamente para elaborar el
proyecto con el que reestructurar Saab", la firma china reafirmó que
"el camino de la internacionalización y del progresivo desarrollo"
permanecerá como una parte importante de su estrategia.
Por su parte, GM manifestó ayer que estaba "muy decepcionada con
al decisión de cancelar la compra de Saab", y el presidente de la
multinacional estadounidense, Fritz Henderson, declaró que "dado el
repentino cambio de dirección", la compañía tardará varios días en
comunicar "los próximos pasos que dar".
Varios inversores suecos habían puesto en entredicho la capacidad
de Koenigsegg, donde trabajan 50 empleados que fabrican una veintena
de vehículos de lujo anuales, lo que permite a la compañía facturar
por valor de 10 millones de euros al año.
Sus cifras contrastan con la producción de 94.000 vehículos
anuales y la plantilla de 4.000 empleados con la que cuenta Saab.
Mientras tanto, otras dos firmas chinas, Sichuan Tengzhong y
Geely, siguen negociando para que sus acuerdos para la adquisición
de Hummer y Volvo, respectivamente, lleguen a buen puerto.
Al fabricante de maquinaria pesada Tengzhong le falta el permiso
del Gobierno chino para hacerse con la marca de todoterrenos de GM,
mientras que Geely, el mayor productor privado de automóviles del
país asiático, todavía se encuentra en conversaciones con Ford para
la compra de Volvo. EFE