Por Marton Dunai
BUDAPEST (Reuters) - Cientos de inmigrantes accedieron en masa el jueves a la estación principal de trenes de Budapest después que la policía húngara se retirara tras dos días prohibiendo el acceso, lo que provocó escenas caóticas.
Los inmigrantes entraron en un tren que creían que les permitiría viajar hacia el oeste a Austria y Alemania, metiendo niños a través de las ventanas abiertas. Sin embargo, el principal operador de trenes de Hungría dijo que no hay servicios directos que salgan hacia Europa occidental.
"Atención por favor, en la vía 8 el tren no partirá. Por favor, bajen del tren", se escuchó a través del altavoz de la estación.
No hubo información inmediata sobre por qué la policía se retiró.
Más de 2.000 inmigrantes, muchos de ellos refugiados de conflictos en Oriente Próximo y África, habían acampado frente a la estación de trenes de Keleti, a la que las autoridades no les permitían entrar por no contar con documentos válidos para viajar, de acuerdo con las normas de la Unión Europea.
Este incidente se ha convertido en el último símbolo de la crisis inmigratoria de Europa, la peor que afecta al continente desde las guerras de la década de 1990 en la antigua Yugoslavia.
La retirada de la policía en la estación coincidió con el inicio de una sesión parlamentaria especial para debatir un endurecimiento en las leyes de inmigración y el castigo para aquellos que sean atrapados tratando de atravesar una valla de 3,5 metros de altura que Hungría está construyendo en su frontera con Serbia.
El diputado del partido gobernante Gergely Gulyas dijo que las enmiendas podrían ser aprobadas esta semana y reducir la cifra de cruces ilegales en la frontera a "cero" para mediados de septiembre.