Bruselas, 16 dic (EFE).- Los ministros de Transporte de la Unión
Europea intentarán mañana jueves llegar a un acuerdo sobre la
normativa europea para regular los derechos de los pasajeros de
autobús y equipararlos a los previstos para otros medios de
transporte.
Los Veintisiete tendrán que superar las reticencias de ciertas
delegaciones, entre ellas la española, sobre el ámbito de aplicación
de la normativa, la responsabilidad de la empresa de transporte en
caso de accidente y los derechos del pasajero cuando se produce un
retraso o una cancelación de su viaje.
La Presidencia sueca de turno de la UE sugerirá que el reglamento
sea de aplicación obligatoria para todos los servicios regulares
nacionales e internacionales -como propuso la CE-, pero con la
posibilidad de eximir a escala nacional a los servicios regulares
urbanos, suburbanos y regionales excepto para las reglas sobre
compensación y no discriminación.
España, Reino Unido, Alemania y Holanda insisten, por el
contrario, en que la aplicación debería limitarse exclusivamente a
los servicios nacionales e internacionales y dejar libertad a los
países para decidir si aplican la normativa al transporte urbano,
suburbano y regional, informaron hoy fuentes diplomáticas.
En materia de compensación en caso de accidente, el Ejecutivo
comunitario propuso que la empresa de transporte se haga cargo de
cualquier daño hasta los 220.000 euros, con lo que no tendría la
posibilidad de eludir su responsabilidad aunque el accidente no se
haya producido por su culpa.
Sin embargo, los países se han mostrado reticentes a aceptar este
planteamiento debido a la dificultad de conciliarlo con las diversas
medidas que regulan en la actualidad la responsabilidad a escala
nacional.
Para salir del bloqueo, la Presidencia de la UE planteará mañana
una nueva fórmula basada en la de la Comisión, pero con ciertos
umbrales mínimos por pasajero y por pieza de equipaje.
Según esta nueva propuesta, el pasajero o su familia deberá
percibir un mínimo de 220.000 euros en caso de fallecimiento o
lesiones y 500 euros si su maleta resulta dañada o perdida en
servicios urbanos, suburbanos y regionales y 1.200 euros si ocurre
en otros servicios regulares.
El tercer gran escollo a superar tiene que ver con la cancelación
o retraso del viaje y los derechos de indemnización del pasajero.
Algunos estados miembros insisten en que se introduzcan
exenciones en caso de "fuerza mayor" y condiciones atmosféricas
adversas, pero Suecia entiende que esta disposición iría en contra
de los principios de la normativa planteada por Bruselas.
Si se aceptase incluir el criterio "fuerza mayor" el pasajero no
tendría derecho al reembolso del billete en caso de que su vuelo se
viese retrasado o cancelado por ejemplo por una tormenta de nieve.
El Parlamento Europeo se pronunció en primera lectura sobre este
reglamento el pasado 23 de abril e introdujo una serie de enmiendas
que han sido reflejadas en parte en la nueva versión de la normativa
que estudiarán mañana los ministros. EFE