Bruselas, 23 feb (EFE).- El Parlamento Europeo apostó hoy por
reforzar la autoridad de los nuevos organismos de supervisión
financiera comunes, destinados a evitar futuras crisis, frente a la
postura "más descafeinada" de los gobiernos de la UE, que desean
reservarse la última palabra en las decisiones más importantes.
Todos los intervinientes en la comisión parlamentaria de Asuntos
Económicos y Monetarios, que hoy debatieron el asunto en Bruselas,
coincidieron en esta visión que tratarán de hacer prevalecer gracias
al mayor poder que ostenta el Parlamento Europeo desde el pasado 1
de diciembre, cuando entró en vigor el Tratado de Lisboa.
"La Comisión Europea reaccionó a la crisis con un informe de
Jacques de La Rosière que él mismo definió como de mínimos. La
propuesta de la CE debilitó el informe y los gobiernos lo han aguado
aún más", consideró el eurodiputado español José Manuel
García-Margallo y Marfil, que fue uno de los ponentes de la sesión.
"Vamos a dar la batalla y vamos a intentar convencer al Consejo,
en un momento en que la presidencia de turno la ocupa un Gobierno
(el español) que ha pedido más coordinación económica. Vamos a
conseguir su apoyo", añadió el parlamentario, miembro del Partido
Popular Europeo.
Los distintos grupos de la Cámara ya anunciaron en diciembre
pasado que ésa iba a ser su línea de actuación, después de que los
gobiernos apostaran por reservarse la última palabra sobre las
decisiones en las que no hubiera acuerdo y que implicaran
"consecuencias presupuestarias para los estados miembros" (por
ejemplo, la financiación del rescate de un banco).
Tras aquella reunión, el presidente de la Comisión Europea, José
Manuel Durao Barroso, ya instó al Parlamento Europeo a ejercer su
nuevo papel de "codecisión" junto a los Gobiernos, para volver a
reforzar el papel de estas instituciones.
La nueva arquitectura de supervisión consistirá en una Junta o
Consejo Europeo de Riesgo Sistémico, encargada de vigilar el riesgo
en el sistema en general; así como tres entidades paneuropeas para
los sectores bancario, de seguros y bolsa.
García-Margallo pidió hoy evitar "una mera yuxtaposición inconexa
de autoridades" y apostó por una mayor coordinación e intercambio de
información entre los distintos organismos que, a su juicio,
deberían concentrarse en una sola ciudad.
Los diputados también pidieron que se reserve a la Junta de
Riesgo Sistémico la capacidad de dar la señal de alarma en una
situación de emergencia (frente a la opción de que este papel se
reserve a la Comisión o el Consejo); y que las autoridades
sectoriales tengan capacidad de moderar cuando haya un conflicto
entre distintos organismos nacionales.
El eurodiputado español también apostó porque "sean los bancos y
no los contribuyentes" los que hagan frente a los costes de la
crisis, para lo que apostó por la creación de un fondo de garantía
que tenga capacidad para emitir deuda.
Otro de los ponentes, el eurodiputado español Ramon Tremosa i
Balcells, coincidió con la eurodiputada Sylvie Goulard en rescatar
la propuesta del informe La Rosière que reservaba el papel de
presidente de la Junta de Riesgo Sistémico para el presidente del
Banco Central Europeo, una idea que desapareció en la propuesta de
la Comisión. EFE