Santiago de Chile, 5 mar (EFE).- Una semana después del terrible
terremoto que devastó la zona centro y sur de Chile, el país
suramericano echa cuentas para saber cuánto le costará ponerse
nuevamente en pie y espera que la catástrofe no afecte mucho a su
capacidad de recuperación de la reciente crisis económica.
A pesar de la catástrofe, los expertos mantienen prácticamente si
variación sus pronósticos de reactivación para la economía chilena
en este año y han revisado ligeramente a la baja su estimación de
crecimiento desde el 5,4% al 5%.
Según un análisis efectuado por la consultora Larraín Víal y el
Consorcio de Seguros sobre el impacto del sismo en la economía
chilena al que tuvo acceso Efe, el mayor dinamismo de la
construcción induce a mejorar la proyección de crecimiento para
2011, desde 3,4% a 4%.
El informe recuerda que después el terremoto de Chile en 1985 y
del Sudeste Asiático en 2004, la actividad económica sólo se
resintió a corto plazo, "pero después de la reacción por inversión
de la autoridad tomó mucho más vuelo".
Respecto a cuál será la política económica del futuro presidente
de Chile, Sebastián Piñera, para afrontar esta emergencia, los
analistas llegan a la conclusión de que "el terremoto obligará a la
nueva administración de Sebastián Piñera a cambiar sus prioridades
originales".
El efecto del terremoto sobre la inflación sería, según los
expertos, de hasta 0,8 puntos porcentuales, alzas que, de
concretarse, se concentrarían sobre todo en los sectores de
alimentación, transporte y servicios diversos, mientras que el
precio del dólar se mantendría entre 510 y 530 pesos chilenos en el
mercado libre.
Las primeras estimaciones tras el movimiento telúrico realizadas
por la consultora estadounidense Eqecat calculaban las pérdidas
entre 15.000 y 30.000 millones de dólares, cifra esta última
equivalente al 15% del PIB chileno.
Sin embargo, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica
para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, dijo en
entrevista con Efe que se trata de una cálculo "inadecuado y hasta
un poco irresponsable".
Bárcena subrayó además que el temblor no tiene por qué frenar la
capacidad de Chile para superar la crisis económica, que el año
pasado le supuso al país suramericano una contracción de alrededor
del 1,8%.
Para salir adelante en estos momentos, Chile no descarta pedir
financiación a organismos multilaterales, según dijo hoy el ministro
de Hacienda, Andrés Velasco, quien puntualizó, no obstante, que el
país cuenta con recursos fiscales para afrontar a corto plazo su
reconstrucción.
"En este momento todo sirve, pero entendamos también que, a
diferencia de otros países, contamos con recursos propios y esos los
vamos a usar. Y si está la oportunidad de gozar del apoyo y la
solidaridad de instituciones internacionales, por supuesto que
también le vamos a sumar eso", precisó.
Chile ha recibido en los últimos días la donación de cuatro
millones de euros (unos 5,44 millones de dólares) por parte de la
Unión Europea y la suma de 200.000 dólares en concepto de
cooperación técnica procedentes del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID).
Además, el país tiene líneas de créditos abiertas con el BID y el
Banco Mundial, entre otros organismos multilaterales.
La ayuda económica internacional comienza a fluir también de los
organismos internacionales.
El propio secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon,
anunció hoy, en la primera visita que realiza al país, la entrega de
diez millones de dólares para la reconstrucción, al igual que el
Gobierno español, que comprometió este viernes un millón de euros
(cerca de 1,36 millones de dólares).
Una idea de la magnitud del desastre económico causado por el
temblor de hace una semana son los daños que el terremoto y el
posterior tsunami causaron en la base naval de Talcahuano,
considerada la más grande de Chile, con pérdidas que se calculan
entre 110 y 150 millones de dólares.
Y justo cuando se cumple una semana de la tragedia, el Banco
Central dio a conocer este viernes que la actividad económica de
Chile antes del terremoto llevaba buen rumbo, con un crecimiento del
4,3% en enero pasado. EFE