Tokio, 11 mar (EFE).- El nuevo aeropuerto de Ibaraki, a 80
kilómetros al norte de Tokio, comenzó hoy a operar con un vuelo
regular a Seúl y la esperanza de convertirse en alternativa de bajo
coste para volar a la capital japonesa.
"Nos gustaría invitar a más aerolíneas y dar un buen servicio a
compañías de bajo coste", dijo el gobernador de la provincia de
Ibaraki, Masaru Hashimoto, en la ceremonia de apertura del
aeropuerto, que se ha construido aprovechando las instalaciones de
una base militar aérea, informó la agencia local Kyodo.
En un comienzo, tan sólo la aerolínea surcoreana Asiana operará
un vuelo regular diario entre Ibaraki y Seúl-Incheon, mientras que a
a partir del 16 de abril la compañía aérea nipona de bajo coste
Skymark abrirá una ruta diaria a Kobe (centro de Japón).
No obstante, con motivo de la inauguración de hoy una aerolínea
taiwanesa realizó un vuelo a Taipei, mientras que un avión de Japan
Airlines (JAL), compañía que no estará presente en Ibaraki, voló a
Hawai.
Cuando empiecen a operar las dos rutas regulares, Ibaraki acogerá
hasta 600 vuelos diarios, un número que los responsables esperan
aumentar gracias a los menores costes del aeródromo frente a los dos
principales aeropuertos de Tokio: Haneda, a pocos minutos del centro
de la ciudad, y Narita, a 60 kilómetros.
Ibaraki, que dispone de dos pistas, ha costado 22.000 millones de
yenes (178 millones de euros) y se espera que incurra en unas
pérdidas de 20 millones de yenes (162.114 euros) este año fiscal,
que finaliza en marzo de 2011.
El aeropuerto de Ibaraki ha nacido con dificultades, ya que las
dos principales aerolíneas de Japón, All Nippon Airways (ANA) y JAL,
inmersa en una profunda reestructuración para salir de la
bancarrota, han decido no operar desde aquí.
Las instalaciones de Ibaraki intentarán desarrollar el modelo de
negocio de las aerolíneas de bajo coste en Japón, hasta ahora poco
extendido, aprovechando su cercanía a Tokio -hora y media por
carretera-, su menor densidad de tráfico aéreo y el bajo coste de
sus operaciones. EFE