Buenos Aires, 5 may (EFE).- La presidenta argentina, Cristina
Fernández, arremetió hoy contra el plan de ayuda a Grecia impulsado
por los organismos internacionales y comparó la actual situación del
país helénico con la crisis económica que sufrió Argentina en 2001.
"Son imágenes demasiado parecidas a las de 2001 y las recetas son
casi idénticas", aseguró Fernández, en un acto a las afueras de
Buenos Aires, acerca de los protestas sociales que sacuden Grecia y
que se han saldado hoy con la muerte de tres personas.
La mandataria se opuso nuevamente a las "eternas recetas de
ajuste" de los organismos multilaterales de crédito internacional
que "siguen sin entender lo que pasa en el mundo y las sociedades".
Fernández consideró que las dificultades económicas de los países
europeos deben "poner en alerta" a Argentina para "no endeudarse" y
seguir incrementando el consumo interno y las exportaciones.
"Miremos lo que pasó en 2001 y lo que pasa ahora en el mundo,
dejemos de lado las mezquindades y sigamos construyendo un modelo de
país diferente", proclamó en un acto en la localidad bonaerense de
Lanús.
La Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)
han otorgado a Grecia una ayuda de 110.000 millones de euros en
préstamos para que el país heleno pueda pagar su elevada deuda.
Pero exigen a cambio la aplicación de severas medidas de
austeridad, como la reducción de los sueldos de los funcionarios, un
incremento de los impuestos y una flexibilización de la legislación
laboral, incluidos más despidos.
Argentina está apartada del mercado de crédito voluntario desde
el cese de pagos de 2001 (unos 69.863 millones de euros), el mayor
de su historia financiera.
En junio de 2005 el país concretó con acreedores privados un
canje con el que disminuyó en un 65,4 por ciento pasivos de 102.000
millones de dólares en bonos impagos, en tanto que en enero de 2006
canceló toda su deuda de unos 9.500 millones de dólares con el FMI.
Recientemente acaba de lanzar otro canje de deuda para aquellos
titulares de bonos que no se adhirieron al de 2005.
Desde hace años, el Gobierno argentino ha mantenido un discurso
crítico sobre el rol del FMI en la crisis que vivió el país entre
2001 y 2002, y ha reclamado reformas de fondo en el organismo
crediticio.
Argentina, que completó en 2008 seis años con altas tasas de
crecimiento de su economía pero que en 2009 sintió los efectos
adversos de la crisis global, tiene por otra parte pendiente de
reestructuración su deuda por 6.000 millones de dólares con el Club
de París, integrado por 19 naciones desarrolladas. EFE