Bruselas, 10 may (EFE).- Los dirigentes europeos encontraron hoy
una gran ocasión para defender ante la clase económica el plan de
blindaje del euro durante la edición europea del Foro Económico
Mundial, que comenzó esta mañana en Bruselas pocas horas después de
que los ministros acordaran la medida en una reunión a contrarreloj.
Tras tomar una "decisión histórica" para habilitar un mecanismo
de rescate sin precedentes, los dirigentes europeos se desplazaron
un par de kilómetros desde el barrio europeo bruselense, donde se
alcanzó el acuerdo, hasta el céntrico hotel que da sede a la
conferencia, y defendieron la efectividad del mecanismo ante los
ataques especulativos.
"Dijimos que haríamos lo que fuera necesario para defender el
euro. Hemos cumplido nuestro compromiso de responder de manera
coordinada, rápida y efectiva a las dificultades de cualquier estado
miembro. Todo intento de debilitar la estabilidad del euro fallará",
dijo el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Barroso,
en la sesión inaugural.
Aunque la convocatoria más conocida del Foro Económico Mundial es
la que tiene lugar cada año en Davos, Suiza, la organización prepara
otras citas anuales como la de Europa, que este año ha atraído a la
capital belga a 400 líderes del mundo de los negocios, la clase
política, académica y la sociedad civil, procedentes de 40 países
distintos.
Fue ante esta audiencia que el presidente de la Comisión Europea
defendió el rescate como "un pacto de consolidación" para la zona
euro, que ahora debe reforzar la vigilancia de los desequilibrios en
la región, recortar las divergencias de competitividad y poner en
marcha un mecanismo permanente de resolución de crisis.
"Si hemos aprendido una lección es ésta: Si queremos una unión
monetaria, necesitamos una unión económica. Esto implica reforzar el
gobierno económico y el respeto de los compromisos del pacto de
Estabilidad y Crecimiento (que obliga a los estados a mantener el
déficit público por debajo del 3% del PIB)", añadió el líder del
Ejecutivo comunitario.
Su homólogo del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, fue más allá
al pedir "valentía" a los líderes políticos para poner en marcha
reformas impopulares que salvaguarden el modelo social europeo, que
a su juicio está en peligro.
Van Rompuy, que lidera el grupo de sabios encargado de hacer
propuestas para incrementar la coordinación de las políticas
económicas en la UE de cara a la cumbre de octubre, dijo que el
modelo social europeo "es un ejemplo para el mundo", pero su
continuidad "requerirá sacrificios" y no puede realizarse con un
crecimiento anémico.
En este sentido, mientras las bolsas europeas registraban rebotes
récord ante la euforia por la aprobación del mecanismo de defensa
del euro, Barroso defendió que la continuidad del estado del
bienestar precisará "que trabaje más gente y que esa gente trabaje
más".
Yves Leterme, presidente dimisionario de Bélgica (país que
ocupará la presidencia rotatoria de la UE en el próximo semestre)
también abogó por incrementar el gobierno económico de la zona euro
y aseguró que el mecanismo de rescate llega en el "momento
adecuado", aunque consideró que la actuación con respecto a Grecia
podía haber sido más rápida.
Por su parte, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios,
Olli Rehn, dio hoy la bienvenida a las medidas adicionales de ajuste
fiscal adoptadas recientemente en España y Portugal, después de que
varios ministros solicitaran mayores esfuerzos a estos dos países
durante la reunión de ayer, como condición para aprobar el mecanismo
de salvaguarda del euro.
Rehn también confió en que el rescate sirva para reforzar la
unión monetaria y modificar la evolución de los mercados, que en los
últimos meses han llevado a máximos los intereses que pagan algunos
países por su deuda soberana.
Las reacciones de los participantes a lo largo del día fueron en
general de bienvenida al mecanismo de estabilización europeo, aunque
su optimismo no alcanzó las cotas de euforia registradas en los
mercados.
En general, los intervinientes consideraron que es una medida
necesaria que debe ser implementada con acciones destinadas a
incrementar la competitividad del continente.
En este sentido se pronunció Marek Belga, director del
Departamento Europeo en el Fondo Monetario Internacional, quien dijo
que el mecanismo "da un respiro a los europeos y tiene potencial
para calmar a los mercados", pero "no es una panacea para los
problemas" de Europa, que a su juicio se resumen en déficit público
excesivo y divergencias de competitividad. EFE