La declaración simbólica de independencia de Ambazonia, un Estado que pretende crear la minoría anglófona de Camerún, terminó el pasado fin de semana en baño de sangre. Según Amnistía Internacional, murieron al menos 17 personas y hubo cientos de detenidos. Las fuerzas del orden dispararon con fuego real contra los manifestantes en varias ciudades de Buea y Mamenda, las dos regiones de habla inglesa en las que las autoridades han desplegado refuerzos militares y decretado el toque de queda.