París, 29 jun (EFE).- España tuvo en mayo, con un 0,1% de
variación interanual, una de las inflaciones subyacentes más bajas
de los miembros de la OCDE, sólo por encima de las de Suecia (0%),
Japón (-1,4%) e Irlanda (-1,7%), según los datos presentados hoy.
La media de la inflación subyacente -que excluye el impacto de la
energía y los alimentos, considerados los elementos más volátiles-
en los 31 países de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE) fue del 1,3% el mes pasado, y del 0,9%
en la zona euro.
Frente a la situación peligrosa de deflación -por el riesgo de
propiciar la recesión- en Japón y Luxemburgo, la inflación
subyacente más elevada -también preocupante por la pérdida de
competitividad que implica- se dio en Grecia (4%), México (4,3%),
Hungría (5,1%), Islandia (6,3%) y sobre todo Turquía (9,1%).
Si se tiene en cuenta la inflación interanual general, España con
un 1,8% en mayo se situaba ligeramente por debajo de la media del 2%
en la OCDE, pero por encima de la del conjunto de la zona euro
(1,6%).
La principal razón de la diferencia de la posición española,
según se compara la inflación global o la subyacente es la mayor
sensibilidad de su economía a los precios de la energía, en
particular los hidrocarburos de importación.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) anunció hoy que la
tasa de inflación armonizada en España -medida igual en todos los
países de la zona euro- se situó el pasado junio en el 1,5%, lo que
supone un descenso de tres décimas con respecto a la de mayo y el
octavo registro positivo consecutivo interanual, tras ocho meses de
caídas.
Según el INE, en la tasa de junio destacó la bajada de los
precios de los carburantes y combustibles y la subida de los precios
de los alimentos y bebidas no alcohólicas. EFE