Buenos Aires, 29 jun (EFE).- El Mercosur y la Unión Europea (UE)
retomaron hoy las discusiones para un acuerdo de asociación política
y comercial en medio de renovados reproches por supuestas trabas
argentinas a la importación de alimentos y la "distracción
mundialista" de los negociadores.
Funcionarios técnicos de ambos bloques volvieron hoy a sentarse
en torno a una mesa de negociación tras seis años de paréntesis y
luego de que en mayo pasado los Veintisiete y la unión integrada por
Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay sellaran en Madrid un pacto
político para relanzar las conversaciones iniciadas en 1999.
El ritmo del primer día de la nueva ronda, que culminará el
próximo viernes, estuvo marcado por el Mundial de fútbol de
Sudáfrica, que tiene a todos los socios del Mercosur clasificados
para cuartos de final.
El inicio de la cita se dilató hasta la finalización del partido
entre Portugal y España, países que tienen representantes clave en
la delegación de negociadores.
Por lo demás, el primer encuentro estuvo signado por el
hermetismo.
De hecho, fuentes de ambos bloques consultadas por Efe indicaron
que las partes serán cuidadosas con la información que se brindará a
la prensa en lo sucesivo respecto de la evolución de las
conversaciones.
"La orden es no filtrar nada (a los medios) porque esta será una
negociación difícil y larga", se excusó un portavoz de la diplomacia
argentina.
Amén de las complejidades intrínsecas de este proceso que busca
crear la mayor área de libre comercio del mundo, los negociadores no
quisieron hablar con la prensa sobre los renovados reclamos europeos
a Argentina, país a cargo de la presidencia rotativa del Mercosur,
por supuestas trabas a las importaciones de alimentos.
La Comisión Europea (CE) pidió hoy nuevamente a Argentina que
levante las supuestas restricciones y le advirtió que, en caso
contrario, "se verán afectadas" las conversaciones con el Mercosur.
Argentina no ha aplicado ninguna medida formal para frenar el
ingreso de productos extranjeros, aunque algunos importadores se han
quejado de presiones y demoras burocráticas en las tramitaciones
aduaneras.
El comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, sostuvo hoy
en Luxemburgo que hay restricciones para los tipos de productos que
Argentina también cultiva o cría localmente, lo que afecta a "casi
la totalidad de las exportaciones de la UE".
"Si persisten las medidas", las negociaciones con el Mercosur "se
verán necesariamente afectadas", afirmó Ciolos.
Ante la nueva advertencia, el Gobierno argentino volvió a negar
que bloquee importaciones.
"No existen bloqueos (al comercio). Acá no hay ningún otro
interés que no sea cuidar los propios productos", afirmó el jefe del
gabinete de ministros argentino, Aníbal Fernández.
La ministra argentina de Industria, Débora Giorgi, ya había
asegurado este lunes que "no existen" trabas a la importación de
alimentos europeos y que, en todo caso, su país aplica mecanismos
previstos por la Organización Mundial del Comercio para evitar el
ingreso de bienes en condiciones de competencia desleal ("dumping").
El nuevo cruce por el comercio de alimentos se da en un contexto
de creciente presión de colectivos agropecuarios europeos que
rechazan las negociaciones con el Mercosur porque, a su juicio, un
acuerdo les perjudicará frente a la competencia de los
suramericanos, que están entre los mayores productores mundiales de
alimentos.
También una decena de países de la UE, capitaneados por Francia,
han mostrado sus serios reparos ante la negociación, que encuentra
en el capítulo agrícola una de sus aristas más sensibles.
Los otros capítulos de mayor complejidad son los de bienes
industriales y servicios, terrenos donde los europeos han tenido
tradicionalmente ambiciones de acceso a mercados que los
suramericanos se han negado a conceder.
"El Mercosur asigna una gran importancia a la negociación de
mejoras sustantivas para el acceso a mercado de nuestros productos
exportables, así como en el aumento en los niveles de inversión
europea en nuestro bloque comercial, todo lo cual repercutirá
favorablemente en nuestros valores de exportaciones, inversiones y
empleo", dijo la Cancillería argentina en un comunicado. EFE