Santiago de Chile, 16 ene (EFE).- Los dirigentes vecinales de la región chilena de Magallanes endurecerán a partir de esta medianoche el paro que mantienen desde el miércoles en protesta por el alza del precio del gas, aunque los empresarios del comercio y el turismo anunciaron hoy que abandonan las movilizaciones.
Sin embargo, antes de recrudecer su postura, la Asamblea Ciudadana desbloqueará las rutas de la región hasta las 00.00 horas del lunes para descongestionar el tráfico y permitir el reabastecimiento de alimentos y combustibles en la zona.
En una rueda de prensa celebrada en Punta Arenas, la capital regional, Dalivor Eterovic, portavoz de la Asamblea Ciudadana de Magallanes, recalcó que a partir de la medianoche el paro será total y sólo se permitirá el paso de vehículos de emergencia.
Los vecinos flexibilizaron el paro ayer, lo que permitió a las Fuerzas Armadas y de Seguridad trasladar a más de 3.000 turistas hasta aeropuertos y pasos fronterizos, pero medios locales señalan que la Asamblea ha vuelto a impedir los vuelos de la Fuerza Aérea.
Los magallánicos protestan contra la decisión de la estatal Empresa Nacional del Petróleo de incrementar un 16,8% el precio del gas en esa región, que es prácticamente la única productora en el país y, además, gran consumidora de ese combustible.
En las negociaciones para acabar con este paro, el Gobierno ha propuesto elevar el precio de acuerdo a la inflación de 2010, que fue del 3%, y establecer una mesa de trabajo para elaborar un proyecto de ley que fije el reajuste de las tarifas a largo plazo.
Sin embargo, la Asamblea ha rechazado esta oferta y exigen una nueva propuesta.
En cambio, el presidente de la Confederación del Confederación de la Producción y el Comercio de la región de Magallanes, Alejandro Kusanovic, anunció hoy que la asociación abandonará las movilizaciones e hizo un llamamiento a aceptar la oferta del Gobierno.
Eterovic restó importancia a esta decisión y recalcó que esta organización empresarial no forma parte de la Asamblea Ciudadana.
Por su parte, un conglomerado de sindicatos que aún a más de 120.000 trabajadores del cobre, la metalurgia y el petróleo de todo el país amenazaron este domingo con sumarse al paro en apoyo a las protestas en Magallanes.
"Esto parte con marchas para demostrar el malestar de todas las organizaciones sindicales, y luego puede terminar en un paro general", advirtió a la radio Bio Bío Jorge Fierro, presidente del conglomerado y líder del sindicato de Enap en la región del Biobío.
En tanto, este domingo se produjeron manifestaciones en distintas ciudades del país, entre ellas Temuco y Antofagasta, en solidaridad con los habitantes de Magallanes, según informa Radio Polar, de Punta Arenas.
Además, en Santiago, una treintena de personas protestó a las puertas del Palacio de la Moneda, sede del Gobierno, a la llegada de los ministros que asisten al juramento de los nuevos miembros del gabinete del presidente, Sebastián Piñera.
Uno de ellos es el titular de Minería, Laurence Golborne, que a partir de hoy se desempeñará también como ministro de Energía.
Los dirigentes vecinales de Magallanes exigen que Golborne, que goza de gran popularidad a raíz de su trabajo en el rescate de los 33 mineros de Atacama, viaje a la región austral para retomar las negociaciones.
Esas conversaciones han estado hasta ahora a cargo del subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla.
En tanto, el obispo de Punta Arenas, Bernardo Bastres, que ha intervenido como "facilitador del diálogo", dejará esta labor ante la petición de los vecinos de dialogar directamente con Golborne.
"Yo he dicho que mi disponibilidad está siempre. Pero lo que pasa es que cuando un grupo de la Asamblea Ciudadana de Magallanes dijo que querían conversar directamente con el ministro (Laurence Golborne), me dejaron fuera", señaló el obispo a CNN Chile.
Por su parte, Ricardo Ezzati, que ayer asumió su cargo como nuevo arzobispo de Santiago, llamó hoy a las partes a retomar el diálogo durante una misa en la Penitenciaría de Santiago en la que recordó a los 81 presos muertos en diciembre en un incendio en la cárcel de San Miguel. EFE