Río de Janeiro, 29 mar (EFE).- El Gobierno brasileño impuso a partir de hoy un impuesto sobre las captaciones de las empresas en el exterior, bien sea a través de contratos de crédito o de lanzamiento de títulos en mercados internacionales, como herramienta para frenar la apreciación del real frente al dólar.
La aplicación de un tasa del 6 % sobre los recursos que las empresas o los bancos ingresen al país procedentes de préstamos externos o de emisiones de títulos en el exterior con vencimiento de menos de un año fue instituida en un decreto firmado el lunes por la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y publicado hoy en el Diario Oficial de la Unión.
La medida, que rige a partir de este martes, establece que la tasa del 6 % del llamado Impuesto sobre las Operaciones Financieras (IOF) será cobrada sobre esas captaciones en el exterior con plazos de vencimiento superior a 90 días.
Los préstamos o lanzamientos de papeles en el exterior que tengan un vencimiento de más de 360 días seguirán exentos.
Hasta ahora los únicos préstamos externos de empresas que eran gravados eran los que tenían plazo de vencimiento de menos de 90 días, sobre los que se cobraba un IOF del 5,38 % y que ahora pasarán a pagar también un 6 %.
Según los economistas, la nueva medida busca reducir el endeudamiento de las empresas en el exterior y obligarlos a alargar los plazos de vencimiento, y al mismo tiempo reducir el creciente ingreso de divisas al país, que viene provocando una apreciación cada vez mayor del real frente al dólar.
La caída del dólar, de casi un 50 % en los últimos dos años, viene impulsando las importaciones y reduciendo la competitividad de las exportaciones brasileñas, y se ha convertido en uno de los mayores desafíos para la industria nacional.
Según la estatal Agencia Brasil, la intención del Gobierno con la nueva medida también es contener la fuerte expansión del endeudamiento del sector privado en el mercado exterior, ya que las empresas están captando recursos más baratos en el exterior.
El viernes pasado el Gobierno ya había decretado una elevación del 2,28 % al 6,38 % del IOF que es cobrado sobre las compras con tarjeta de crédito de los brasileños en el exterior igualmente para frenar el creciente endeudamiento de los turistas en dólares y para aumentar los ingresos fiscales.
Según datos divulgados por el Banco Central la semana pasada, los gastos de los turistas brasileños en el exterior alcanzaron en el primer bimestre del año el récord de 3.070 millones de dólares, valor en un 38,5 por ciento superior al de los dos primeros meses de 2010.
Los gastos de los brasileños fuera del país ya habían sido récord el año pasado, cuando sumaron 16.400 millones de dólares. EFE