Gödöllö (Hugría), 8 abr (EFE).- El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, pidió hoy al Gobierno y a la oposición de Portugal que asuman sus responsabilidades en la negociación del programa de ajustes que es indispensable para que las instituciones internacionales concedan el rescate.
"Confío en que todos los partidos lusos se den cuenta de su gran responsabilidad en superar la actuales dificultades por el bien de Portugal y sus ciudadanos y por la estabilidad de la UE", afirmó Rehn en una rueda de prensa que ofreció al final de la primera jornada de la reunión de ministros comunitarios de Finanzas, donde se discutió el rescate de Portugal.
El comisario respondió así a una pregunta sobre la negativa del Gobierno portugués a negociar con la oposición el programa de ajuste, por considerar que esta negociación corresponde a las instituciones internacionales -la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional-.
Precisamente, el desacuerdo entre el Gobierno y la oposición sobre el programa de ajustes que debe hacer frente Portugal para superar la crisis fue el que desencadenó la crisis política y, en última instancia, la petición de asistencia financiera.
Por otro lado, Rehn rechazó que el Fondo Monetario Internacional pueda entregar ayuda a Portugal antes que la UE y dijo que la operación se hará "conjuntamente".
El comisario indicó que la UE y del FMI realizarán juntos un análisis de la sostenibilidad de la deuda portuguesa y negociarán las condiciones de manera conjunta con las autoridades portuguesas.
Recordó que la proporción de la ayuda ha sido de dos tercios por parte de la UE y un tercio del FMI en otros rescates.
Rehn destacó que la próxima asamblea de primavera del FMI en Washington, el sábado y domingo próximos, "dará una excelente ocasión" para discutir la cuestión con esa institución.
El comisario señaló que la inestabilidad de los mercados de deuda soberana en la zona euro es uno de los factores que contribuyen a la incertidumbre de la recuperación económica europea, junto con la inestabilidad en el Norte de África y su impacto en el precio del petróleo o el terremoto y la crisis nuclear de Japón.
Aún así, confió en que la recuperación "no descarrilará" y poco a poco será más robusta, para lo que se basó en la ligera reducción del paro en la UE en febrero, tres seis meses de estancamiento del desempleo, y en la reducida inflación subyacente. EFE