Londres, 24 ago (EFE).- El aumento de impuestos a las rentas más
altas aprobado por el Reino Unido y que entrará en vigor la próxima
primavera ha hecho que ejecutivos y grandes fortunas del país
estudien trasladar sus cuentas a Suiza, advirtieron hoy varios
expertos.
El Gobierno británico acordó en abril de este año que las
personas con unos ingresos superiores a las 150.000 libras al año
(174.000 euros) destinen a las arcas públicas el 50 por ciento de
esta cantidad, un 10 por ciento más que hasta la fecha.
Esta medida ha multiplicado el trabajo de las consultoras
británicas, que aseguran que nunca habían recibido tantas
solicitudes, como hasta ahora, de personas interesadas en trasladar
sus cuentas y no hacer frente así al pago de impuestos en el Reino
Unido, según informa hoy el periódico vespertino "Evening Standard".
Entre los más interesados están los gestores de "hedge funds"
-fondos de alto riesgo-, a quienes Suiza les ofrece una regulación
más favorable y les evitaría que organismos de control auspiciasen
sus cuentas, tal y como ocurre en el Reino Unido.
"Hemos tratado con más de 250 gestores de fondos de alto riesgo
sobre las ventajas e inconvenientes de trasladar sus cuentas del
Reino Unido a Suiza", reveló Fiona Sheffield, del departamento de
asesoría fiscal para "hedge funds" de Ernst&Young.
Asimismo, Richard Jordan, del bufete de abogados Thomas Eggar,
comentó: "Alrededor del 40 por ciento de mi trabajo implica asesorar
a gente sobre la manera de abandonar el país. Hemos alcanzado un
punto álgido en cuanto a la hostilidad hacia el sistema fiscal del
Reino Unido".
El Gobierno laborista se ha enfrentado a duras críticas debido a
este aumento impositivo, ya que algunos expertos temen que
incremente la evasión de impuestos y que afecte negativamente a
Londres como capital financiera europea.
El Ejecutivo justificó su decisión por la necesidad de ingresar
más dinero en las arcas públicas con las que sostener el mayor gasto
público al que está haciendo frente desde que comenzó la crisis
económica, debido en parte a la subida del desempleo.
El Gobierno laborista británico anunció en noviembre de 2008 que
elevaría a partir de 2011 del 40 al 45 por ciento el tope fiscal
para quienes ingresarán más de 150.000 libras anuales, aunque seis
meses después decidió incrementar este porcentaje hasta el 50 por
ciento y adelantar la aplicación de la medida un año, para 2010.
Además, también se ha aprobado la eliminación de las
desgravaciones fiscales para quienes ingresen más de 100.000 libras
anuales (111.000 euros), una condición que cumplen 700.000 personas
en el Reino Unido. EFE