Julio César Rivas
Montreal (Canadá), 11 jun (EFE).- La Conferencia de Montreal
terminó hoy entre advertencias de que los bancos centrales tendrán
que asumir más responsabilidades en el futuro tras la ruptura del
sistema financiero causada por la crisis económica mundial.
El gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Martínez, dijo
en su discurso en la sesión que cerró el Foro Económico
Internacional de las Américas (también conocido como la Conferencia
de Montreal), que "el tradicional papel de los bancos centrales" ha
sido expandido durante la actual crisis.
"Es importante volver a pensar el papel de los bancos centrales
como guardianes de la estabilidad financiera. Varios asuntos tienen
que ser analizados, por ejemplo el papel de los bancos centrales,
como el último recurso para préstamos", añadió Ortiz Martínez.
Por su parte, el gobernador del Banco de Canadá, Mark Carney,
dijo que los bancos centrales "junto con otras agencias públicas,
deben promover tanto la infraestructura necesaria del mercado, como
políticas responsables".
Carney señaló que "hay cuatro prioridades para una globalización
renovada".
La primera sería un aumento de la transparencia para que "los
riesgos puedan ser identificados de forma más efectiva". La segunda
es que los "mercados centrales de financiación deberían ser más
eficientes y menos susceptibles a los movimientos extremos de
precios".
Además, "se deben de poner en marcha regulaciones macro prudentes
para ayudar a suavizar el ciclo del crédito". Y finalmente, "todos
los países deben aceptar sus responsabilidades para promover un
sistema monetario internacional más abierto, flexible y resistente",
terminó Carney.
Durante la jornada, Hiroshi Watanabe, presidente del Banco de
Cooperación Internacional de Japón, también se refirió a la
debilidad del dólar estadounidense.
Watanabe dijo que aunque "el poder del dólar estadounidense se va
a debilitar en el futuro, no hay un candidato evidente para su
sustitución" como divisa del comercio internacional.
El gobernador del Banco del Líbano, Riad Toufic Salamé, coincidió
con Watanabe en que "a corto plazo, no existe un sustituto para el
dólar" y que la volatilidad actual de la divisa estadounidense "va a
complicar el comercio internacional".
Por su parte, el ministro de Economía de República Dominicana,
Temístocles Montás, advirtió de que las economías caribeñas son
especialmente vulnerables a los efectos de la crisis financiera
mundial tras sufrir inmediatamente antes el aumento de los precios
de materias primas y alimentos.
"La rápida y drástica caída de la demanda en Estados Unidos y la
Unión Europea se ha traducido en una caída de la exportaciones, de
las remesas y el turismo" para la región, dijo Montás.
La Conferencia de Montreal, que este año cumplió su 15
aniversario, se inició el pasado lunes en la ciudad canadiense bajo
el tema de "La adaptación al nuevo orden mundial".
Entre las 150 personas que intervinieron este año en la reunión,
que es calificada como el equivalente del Foro de Davos en el
continente americano, se incluyeron el presidente del Banco Mundial,
Robert Zoellick, y el director gerente del Fondo Monetario
Internacional, Dominique Strauss-Kahn.
El mundo político estuvo representado por personalidades como el
secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA),
José Miguel Insulza, el presidente colombiano, Álvaro Uribe, y la ex
secretaria de Estado estadounidense Madeleine Albright.
La presencia de Uribe estuvo marcada por cierto grado de
polémica.
El presidente colombiano llegó a Canadá con el propósito de
defender el tratado de libre comercio que Bogotá firmó con Ottawa y
que se encuentra paralizado en el Parlamento canadiense.
Partidos de la oposición, sindicatos y organizaciones de derechos
humanos se han opuesto al acuerdo, así como a la vista de Uribe, por
las violaciones de derechos humanos en el país latinoamericano.
Pero Uribe aprovechó su presencia en la Conferencia de Montreal
para lanzar una apasionada defensa de sus políticas, las fuerzas
armadas colombianas y el libre comercio. EFE
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