Bruselas, 28 ene (EFE).- El viceprimer ministro belga y responsable de Pensiones, Vincent Van Quickenborne, consideró que su país deberá liderar nuevas reformas en el empleo y las pensiones, tras conocer que la agencia de calificación Fitch bajó la nota crediticia de Bélgica un escalón, de "AA+" a "AA".
El recorte de la calificación "demuestra que son necesarias más reformas, no sólo en Europa, sino también en Bélgica", dijo en unas declaraciones a la cadena de televisión flamenca VRT, que hoy recogen los medios belgas.
En opinión de Van Quickenborne, Bélgica deberá "seguir por el camino de la ortodoxia".
A su vez, destacó que también será necesario "estimular el crecimiento a través de reformas estructurales en el mercado laboral, pero también en las pensiones".
Fitch cumplió ayer su peor amenaza al rebajar en dos peldaños la calificación de solvencia de España, Italia y Eslovenia, y en un escalón la nota de Bélgica y Chipre.
Por otra parte, el viceprimer ministro y titular de Finanzas, Steven Vanackere, indicó a la misma cadena que también ve "elementos positivos", y que no le ha "sorprendido" la decisión de la agencia de calificación estadounidense.
"Fitch ha actuado exactamente de la misma manera que Standard & Poor's y Moody's han hecho antes", comentó, y recalcó que la decisión de Fitch llega en un momento en el que la confianza de los mercados belgas "precisamente está remontando de manera formidable".
Asimismo, Vanackere apuntó que Fitch mantiene que Bélgica cumplirá con su equilibrio presupuestario en 2012.
"Es, al mismo tiempo, una señal de que la confianza remonta en comparación con el periodo de antes de la formación de un nuevo Gobierno" en Bélgica, concluyó.
Bélgica ha sido uno de los últimos países del euro en aplicar medidas de consolidación presupuestaria debido a la crisis política que impidió formar Gobierno desde la celebración de las últimas elecciones en junio de 2010 hasta principios de diciembre.
El lunes, los principales sindicatos belgas han convocado una huelga general como protesta por la pérdida del poder adquisitivo de los ciudadanos, que amenaza con paralizar el país.
El diario flamenco De Standaard apunta hoy a que el Gobierno de Elio Di Rupo prepara medidas suplementarias para reducir costes, como puede ser el cierre de algunas embajadas y consulados, así como la reducción de la presencia diplomática de Bélgica en los organismos internacionales. EFE