Teresa Bouza
Washington, 3 jun (EFE).- El presidente de la Reserva Federal
(Fed), Ben Bernanke, dijo hoy que el ritmo de endeudamiento de
EE.UU. es insostenible e insistió en que es necesario reducir el
déficit para asegurar la viabilidad económica a largo plazo en el
país.
"No podremos seguir pidiendo prestado indefinidamente", dijo
Bernanke, en referencia a la necesidad de EE.UU. de emitir deuda
para hacer frente a los problemas derivados de la actual crisis
económica y financiar el sistema de pensiones y salud pública.
Sus advertencias hoy ante el Congreso coinciden con una creciente
preocupación sobre el agujero fiscal de EE.UU. que ha llevado a los
mercados a especular con la posibilidad de que la deuda soberana del
país pierda la máxima calificación triple A.
El primer ministro chino, Wen Jiabao, hizo temblar a los mercados
internacionales en marzo pasado, al expresar dudas sobre la alta
exposición de Pekín a la deuda de Estados Unidos. China es el
principal tenedor de bonos estadounidenses.
Esos temores han pasado factura al dólar, que ha reaccionado a la
baja durante las últimas semanas en los mercados de divisas.
El déficit de Estados Unidos se ha agravado con la actual
recesión, que ha reducido los ingresos fiscales y disparado el gasto
público.
La Casa Blanca cree que el déficit de 2009 superará en más de
cuatro veces la cifra récord del año pasado, para alcanzar los 1,8
billones de dólares.
Bernanke insistió, de todos modos, en que la intervención pública
de los últimos meses fue "necesaria y apropiada" para afrontar la
peor crisis financiera desde 1930.
Afirmó que las inyecciones billonarias para rescatar a la banca
evitaron una "calamidad" y reconoció, al mismo tiempo, que el
Congreso y la Casa Blanca afrontan desafíos "formidables".
Aun así, animó a los responsables políticos a ponerse manos a la
obra para "restaurar el equilibrio fiscal" requerido, dijo, para
"mantener la confianza de los mercados financieros".
"A menos que demostremos un rotundo compromiso con la
sostenibilidad fiscal a largo plazo, no tendremos ni estabilidad
financiera ni un crecimiento económico saludable", explicó.
Hizo hincapié en que el actuar con celeridad es "particularmente
crítico" dados los desafíos presupuestarios y económicos asociados
con el envejecimiento de la población y los costes médicos derivados
de esa situación.
Un informe publicado en mayo alertó de que la Seguridad Social de
EE.UU. desembolsará más de lo que ingresa en impuestos en 2016 y
será insolvente en el año 2037, cuando solo podrá pagar el 75 por
ciento de los beneficios.
Medicare, el sistema de cobertura médica pública para jubilados,
está todavía peor.
Así, el fondo que cubre los gastos hospitalarios de Medicare
pagará más en beneficios de lo que recauda este mismo año y será
insolvente en 2017.
Bernanke destacó que el lidiar con el agujero fiscal "requerirá
la voluntad de tomar decisiones difíciles", incluida la posibilidad
de una subida de los impuestos.
"Los impuestos deben de fijarse a un nivel que permita un
equilibrio adecuado entre los gastos y los ingresos a largo plazo",
dijo.
Por lo demás, reiteró que la economía de Estados Unidos comenzará
a recuperarse a finales de este año.
"Seguimos esperando que el conjunto de la actividad económica
toque fondo y comience a repuntar a finales de este año", indicó
Bernanke.
Añadió que esa proyección asume que el "gasto de los consumidores
y la demanda inmobiliaria se estabilizarán y el ritmo de liquidación
de inventarios se ralentizará".
El jefe de la Fed advirtió, con todo, que la recuperación será
lenta y que el desempleo, próximo ahora al 9 por ciento, el nivel
más alto de los últimos 25 años, seguirá subiendo aunque acabe la
recesión.
Finalmente, vaticinó que la inflación seguirá baja y adelantó que
la Reserva Federal publicará la próxima semana una lista de aquellos
bancos que pueden comenzar a devolver los fondos que recibieron del
Gobierno para apuntalar sus balances. EFE
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