Investing.com -- Los analistas de Bank of America (BofA) han expresado preocupación por la sostenibilidad de la reciente caída del franco suizo (CHF). A pesar de la tendencia generalizada entre los inversores de apostar contra el CHF basándose en temas de divergencia de políticas monetarias, BofA sugiere que la debilidad actual de la divisa helvética podría no perdurar.
El franco suizo cotiza actualmente cerca de los niveles observados a principios de 2024, lo que indica que mantiene gran parte de su sobrevaloración. El Banco Nacional Suizo (SNB) ha señalado la posibilidad de recortar los tipos de interés, potencialmente volviendo a territorio negativo. Sin embargo, BofA percibe cierta reticencia por parte del SNB a adoptar nuevamente medidas de política monetaria no convencionales.
Los analistas cuestionan la eficacia de posibles futuras medidas de política una vez que el tipo de interés alcance lo que BofA considera el tipo terminal del 0,25%. El SNB podría recurrir a la orientación futura (forward guidance) y a las intervenciones en el mercado de divisas, pero la experiencia histórica sugiere que estas herramientas podrían tener un impacto limitado.
Añadiendo complejidad al escenario se encuentra el próximo panorama político en Europa, con las elecciones alemanas en el horizonte. Los analistas observan una fuerte correlación entre la prima de volatilidad del euro y el CHF, que ha sido particularmente evidente en los últimos meses. El elevado nivel de volatilidad del euro es motivo de preocupación, ya que podría afectar a los movimientos del franco suizo.
Aunque las previsiones de BofA sugieren mantener una posición corta central en el CHF, recomiendan que los inversores consideren estrategias de cobertura. Concretamente, sugieren utilizar estructuras de ala (wing structures) para cubrir posiciones, lo que podría capitalizar los riesgos potenciales asociados con el aumento anticipado de la volatilidad antes de las elecciones alemanas.
La reticencia del SNB a implementar medidas de política monetaria no convencionales y el impacto potencial de los riesgos políticos europeos en la volatilidad de las divisas presentan un escenario complejo para el CHF.
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