Según Bank of America, la semana pasada los inversores vendieron el dólar estadounidense en general, influidos por los indicadores económicos ligeramente positivos de Estados Unidos. El movimiento se produjo en respuesta a unos datos de inflación estadounidenses algo alentadores y a unas cifras de ventas minoristas más suaves de lo esperado.
Según el Bank of America, la venta del dólar estadounidense fue generalizada, y los inversores reales mantienen ahora una posición ligeramente corta en la divisa. A pesar de esta tendencia, las posiciones largas de los hedge funds en el dólar estadounidense siguen cerca de los niveles más altos de los últimos cinco años.
En los mercados de divisas, el dólar australiano (AUD) suscitó un mayor interés, y los inversores siguieron aumentando sus posiciones largas. Por el contrario, las posiciones cortas en la corona sueca (SEK) y el dólar neozelandés (NZD) experimentaron una ligera reducción.
Las divisas de los mercados emergentes también atrajeron la atención, con una actividad compradora centrada especialmente en regiones como Europa, Oriente Medio y África (EMEA), así como en Asia. La lira turca (TRY) destacó como una divisa en la que tanto los hedge funds como los inversores de mercados emergentes aumentaron sus compras de forma generalizada.
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