La Paz, 14 jul (EFE).- El Gobierno boliviano informó hoy que
postergó para 2011 y 2012 el inicio de las operaciones de dos
plantas para industrializar el gas natural, debido a los problemas
de corrupción que afectaron a la estatal YPFB y retrasos en varios
estudios.
El presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos
(YPFB), Carlos Villegas, dijo a radio Erbol que la planta de
separación de componentes líquidos del gas para su industrialización
estará instalada en Santa Cruz "en el primer trimestre de 2011".
Según el plan original, la infraestructura debía estar construida
este año en la localidad cruceña de Río Grande, pero las obras
prácticamente quedaron paralizadas, tras un escándalo de corrupción
que derivó en la prisión del ex presidente de YPFB, Santos Ramírez.
El proyecto implica que la planta de Río Grande debe producir 260
toneladas diarias de gas licuado de petróleo (GLP) y 450 barriles
diarios de gasolina.
Villegas agregó que la segunda planta que se instalará en la
región del chaco boliviano, al sur del país, estará lista un año
después de que se entregue la de Río Grande, es decir, en 2012.
Pero además, también se retrasaron los estudios de ingeniería
básica e impacto ambiental para la construcción de esta segunda
planta que estará situada en la población chaqueña de Villamontes y
cuya licitación aún no se ha realizado.
El presidente de YPFB dijo que ambas plantas "van a cambiar el
perfil del país", pues garantizarán el abastecimiento interno y la
exportación de gas licuado de petróleo y gasolina.
Actualmente Bolivia importa entre 30 y 40 toneladas de GLP a
diario desde Argentina. Además, compra gasóleo a Venezuela para
cubrir el 40 por ciento de su consumo y en 2008, el país empezó a
importar gasolina de Chile.
Carlos Villegas atribuyó el descenso en la producción de gas
licuado y gasolina a la baja en 30 por ciento de la demanda
brasileña de gas, puesto que ambas operaciones están relacionadas.
El energético exportado a Brasil y Argentina contiene ambos
combustibles que pueden ser aprovechados de manera comercial al ser
separados en plantas de extracción de licuables. EFE