Julio César Rivas
Detroit (EEUU), 4 nov (EFE).- Si el lunes Ford sorprendió a todos
con 1.000 millones de dólares de beneficio en el tercer trimestre
ahora es el turno de su competidor, General Motors, y su anuncio de
que cancela la venta de Opel ante la mejora de la situación del
sector y la empresa.
La decisión fue tomada el martes por la noche por el consejo de
administración de General Motors y anunciada por su consejero
delegado, Fritz Henderson.
Henderson, quien llegó a su cargo después de que el Gobierno
estadounidense decidiese retirar a su predecesor, Rick Wagoner, para
proceder a la reestructuración de la empresa, se había mostrado
desde el principio convencido de la necesidad de desprenderse de
Opel, que en el Reino Unido opera con el nombre de Vauxhall.
Desde antes del verano, Henderson quería una rápida venta de la
filial alemana pero el nuevo consejo de administración surgido tras
la quiebra y capitaneado por un experimentado Ed Whitacre (antiguo
máximo directivo de AT&T) puso trabas y ralentizó su adquisición por
parte de Magna.
General Motors justificó la cancelación de la venta por la
"mejora del ambiente empresarial" en los últimos meses y "la
importancia de Opel/Vauxhall a la estrategia global de GM".
Con respecto al primer punto, en las últimas semanas el sector
del automóvil parece más convencido que nunca de que lo peor de la
crisis ha pasado, especialmente en Estados Unidos, y que la demanda
de vehículos se recobrará, aunque lentamente, a partir de ahora.
La última señal de optimismo la dio el lunes Ford cuando anunció
1.000 millones de dólares de beneficio en el tercer trimestre del
año, incluidos 357 millones en sus operaciones norteamericanas.
Ford también dijo que tendrá "una rentabilidad sólida" en el
2011.
El segundo fabricante estadounidense consiguió estos resultados
en parte gracias a la reducción en 1.000 millones de dólares de sus
costes estructurales y en parte por el aumento de su cuota de
mercado en Estados Unidos.
Por su parte, General Motors (tras pasar por la quiebra durante
el verano y recibir cerca de 60.000 millones de dólares en ayudas
públicas) ha realizado reformas similares por lo que tendrá ahorros
comparables a los de Ford.
De hecho, GM ha conseguido asegurarse en Estados Unidos
concesiones laborales que los trabajadores de Ford rechazaron la
semana pasada por lo que ahora mismo se encuentra con cierta ventaja
competitiva en ese terreno.
La decisión del consejo de administración de GM apunta a que el
saneamiento financiero de la empresa está marchando mejor de lo
previsto y que existe la convicción de que la demanda de vehículos
se está recuperando tanto en Estados Unidos como en Europa.
GM dijo que "de forma preliminar", su plan de reestructuración
para Opel costará unos 3.000 millones de euros, "mucho menos que
todas las ofertas remitidas".
Y con respecto a la importancia de Opel para GM, sólo hay que
mirar a su principal rival doméstico, Ford, para entender el
razonamiento del consejo de administración.
Ford está atrayendo a un creciente número de compradores a sus
concesionarios norteamericanos gracias a modelos con una fuerte
influencia europea, empezando por su reducido consumo.
Y a partir del año que viene, esa tendencia será incluso más
clara cuando estrene en Estados Unidos el nuevo Ford Fiesta.
General Motors necesita seguir un camino similar y Opel es su
marca que mejor puede ofrecerle automóviles de tamaño medio y
pequeño con reducido consumo y demostrada calidad.
Incluso Chrysler, bajo la batuta de Sergio Marchionne y Fiat,
tiene previsto anunciar hoy un camino similar cuando el ejecutivo
italiano presente en Auburn Hills (EE.UU.) sus planes empresariales
para los cinco próximos años y que descansarán en la introducción de
plataformas y modelos europeos.
Ahora GM tiene que enmendar sus relaciones con el Gobierno
alemán, que ya ha demandado la devolución de un préstamo puente de
1.500 millones de euros, y apaciguar a los sindicatos europeos.
Para ello será fundamental el plan de reestructuración que
Henderson dijo presentará "pronto" a Berlín y otras capitales
europeas y de quienes espera "su favorable consideración". EFE