Bruselas, 28 oct (EFE).- La Comisión Europea (CE) ha propuesto
hoy medidas, a escala comunitaria, para evitar los contratos
"injustos" o abusivos entre los agricultores, las industrias y los
supermercados a la hora de fijar los precios de los alimentos.
El Ejecutivo comunitario ha presentado un informe con ideas para
tratar de corregir las desigualdades en los márgenes de precios
dentro de la cadena alimentaria, que con la crisis financiera se han
acentuado en sectores como el de la leche o el cárnico, con los
consiguientes problemas económicos para los productores.
La CE admite que son "justificadas" las preocupaciones patentes
durante los últimos años por las escasas cotizaciones que perciben
los agricultores o ganaderos y por lo poco que esto influye en el
coste de los alimentos que pagan los ciudadanos.
Esto ha quedado de manifiesto en la actual crisis del mercado de
la leche, según ha declarado la comisaria europea de Agricultura,
Mariann Fischer Boel.
Por ello, Bruselas quiere impulsar actuaciones dentro de la UE
para prohibir relaciones contractuales "injustas" y facilitar que en
su caso, sean penalizadas.
Asimismo, la CE propone una mayor vigilancia de los acuerdos
entre el productor, las industrias y la distribución e incluso
planea impulsar unos "contratos estándar" para el sector
agroalimentario europeo, aunque con un carácter voluntario.
Bruselas subraya que muchas veces los agricultores o cooperativas
se encuentran en una posición débil frente a las firmas minoristas o
las multinacionales.
En ese sentido, la Comisión quiere promover campañas informativas
para concienciar a cada sector de sus derechos y de las prácticas
que pueden ser ilegales.
Las propuestas de hoy han sido preparadas por los servicios del
comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, y de la comisaria
europea de Agricultura.
En su informe, la CE ha publicado la primera versión de un
Observatorio de precios europeos, para comparar las cotizaciones por
países y en algunos productos, como la leche, hacer un seguimiento
mayor desde el origen hasta el consumidor.
Además, la CE ha alertado del riesgo de que, una vez que pase la
crisis financiera, el "mal funcionamiento" de las relaciones en el
sector agroalimentario provoque que los alimentos se encarezcan de
forma desproporcionada para el consumidor, caiga su poder de
adquisición y en consecuencia, se ralentice la recuperación de la
economía.
Respecto a prácticas como los carteles, acuerdos de compra o el
uso de marcas privadas, Bruselas quiere analizar más a fondo su
efecto contra la competencia.
En este caso, la CE quiere supervisar, por ejemplo el impacto de
acuerdos que obligan a adquirir productos locales en el precio final
que paga el consumidor. EFE