Bruselas, 12 jun (EFE).- La Comisión Europea (CE) se ha mostrado
escéptica ante el anuncio de Microsoft de que venderá en Europa la
nueva versión de su sistema operativo Windows sin el navegador
Internet Explorer, al considerar que esto podría ir en detrimento de
los consumidores.
El gigante de la informática anunció ayer que los usuarios
europeos de Windows 7, que en octubre sucederá a Vista, tendrán que
instalar ellos mismos un navegador, un movimiento con el que la
empresa estadounidense pretende satisfacer las exigencias de la
Unión Europea en materia de competencia.
Sin embargo, Bruselas no se ha mostrado totalmente satisfecha con
la decisión de la empresa y considera que, aunque la venta de
Windows sin Explorer puede tener beneficios para los fabricantes de
ordenadores, no será buena para los usuarios.
En un comunicado, el Ejecutivo comunitario ha recordado que había
sugerido a Microsoft que ofreciese varios navegadores alternativos
en sus sistemas operativos.
"En lugar de eso, Microsoft aparentemente ha decidido ofrecer a
los consumidores una versión de Windows sin ningún navegador. En
lugar de más oferta, Microsoft parece haber decidido ofrecer menos",
ha señalado la CE.
Sí ve beneficios Bruselas para los fabricantes, que podrían
elegir si instalan en sus ordenadores el navegador de la compañía de
Bill Gates -que será ofrecido de forma gratuita- u otro.
En su comunicado, difundido durante la noche, la Comisión
recuerda que "pronto" tomará una decisión en el marco de la
investigación que lleva a cabo para dictaminar si Microsoft ha
abusado de su posición dominante al integrar desde 1996 Internet
Explorer en sus sistemas operativos, los más usados en todo el
mundo.
Las autoridades europeas creen que esa práctica podría dar una
ventaja desleal a Explorer frente a competidores como Firefox,
Chrome u Opera y, por ello, habían recomendado a Microsoft proveer
navegadores alternativos con Windows.
Bruselas mantiene desde hace años una dura batalla con el gigante
estadounidense, al que ha multado con un total de 1.676 millones de
euros por no respetar las reglas de competencia. EFE