Santiago de Chile, 29 oct (EFE).- Chile debe orientar sus
estrategias comerciales a posicionarse como una plataforma para
terceros países que quieran dar el salto a nuevos mercados,
aprovechando la extensa red de Tratados de Libre Comercio (TLC) que
este país mantiene con las principales economías mundiales.
Así lo indicó hoy en una entrevista con Efe el director general
de Relaciones Económicas Internacionales de Chile, Carlos Furche,
quien resaltó las ventajas de estos mecanismos, llamados
encadenamientos productivos.
"Estamos convencidos que, desde el punto de vista estratégico,
(los encadenamientos productivos) son una suerte de fase superior en
el proceso de internacionalización de la economía chilena", aseguró.
Según explicó, la estabilidad de la economía chilena, la
institucionalización de las reglas y su cumplimiento y la red de
tratados comerciales, constituyen un atractivo para que empresas de
otros países se instalen en Chile, directamente o a través de socios
locales, para acceder a mercados como el asiático o el europeo.
"Ocurre con empresarios de Brasil, Argentina y otros países de la
región", indicó Furche, quien precisó que el fenómeno también se da
en el sentido contrario: empresas europeas o de otras regiones que
ven en Chile la puerta de entrada a los mercados latinoamericanos,
gracias a los TLC que mantiene con países vecinos.
Chile tiene ventajas comerciales con 56 países a través de una
veintena de acuerdos de libre comercio, situación que le ha
permitido "ampliar y diversificar nuestras exportaciones (...) y
estabilizar las reglas del juego dando un horizonte de certidumbre
jurídica que ha facilitado procesos de inversión".
"El 90% de las exportaciones chilenas van a mercados con los
cuales tenemos algún tipo de preferencia arancelaria y estamos
asociados con el 85% del PIB del mundo", dijo Furche, quién agregó
que la inversión chilena en el extranjero asciende a unos 50.000
millones de dólares, casi un tercio del PIB del país.
Por ello, una vez suscritos acuerdos de libre comercio con las
principales economías del mundo y con países emergentes, Furche
consideró que "lo sustantivo en materia de apertura bilateral" está
hecho y toma importancia el establecimiento de cadenas productivas.
El director general de Relaciones Económicas Internacionales
destacó algunos acuerdos comerciales por su "expansión más
acelerada", como los suscritos con China, la Unión Europea, Estados
Unidos, Canadá y México.
También recalcó el acuerdo de libre comercio con Turquía, que
podría entrar en funcionamiento a principios del año que viene, país
donde viajó la semana pasada para difundir los entresijos del
tratado entre la comunidad empresarial de Estambul.
"Turquía tiene importancia política y estratégica enorme", dijo
Furche, quien señaló que es un "espacio de encuentro cultural de
gran importancia" por tratarse de la frontera entre Europa y Asia.
"Es una economía emergente muy importante, son 75 millones de
personas que están en un nivel de ingreso per cápita en torno a
9.000 dólares, que va a crecer".
"Puede ser una puerta de acceso a una región del mundo con la
cual los empresarios chilenos no tienen prácticamente ningún
contacto. Son más de 300 millones de habitantes que son
culturalmente cercanos a Turquía o que hablan turco, y pueden
representar un mercado atractivo", subrayó Furche.
Acerca de los próximos pasos de las relaciones comerciales
chilenas, además de consolidar los encadenamientos productivos,
Furche señaló que pondrán especial énfasis en cerrar negociaciones
ya iniciadas con países como Malasia, Vietnam, Tailandia e
Indonesia, aunque con éste último aún hay que iniciar las
conversaciones.
También tratarán de profundizar las relaciones con India, país
con el cual existe un TLC, y "avanzar gradualmente" la relación con
Rusia.
Otra línea de actuación prioritaria serán las medidas orientadas
a facilitar el comercio y reducir los costos de transacción de las
operaciones comerciales, como la certificación electrónica o la
solución de controversias, explicó Furche.
Furche también se refirió a las medidas proteccionistas adoptadas
por países como Estados Unidos, Ecuador o Venezuela, que meses atrás
ya fueron criticadas por el Gobierno chileno.
Sobre EE.UU., que entrega subsidios a las empresas productoras de
papel y celulosa para incentivar el uso de combustibles limpios o
alternativos, aseguró que "mantiene la misma situación" y que Chile
ha expresado "en todos los tonos y los foros" su "preocupación".
En Venezuela afirmó que se ha facilitado de forma gradual la
disponibilidad de divisas -permanecían pendientes de pago 90
millones de dólares correspondientes a exportaciones chilenas-, y
Ecuador también ha "flexibilizado" la salvaguarda general que
afectaba a más de 600 productos chilenos. EFE