Pekín/Hong Kong, 29 jul (EFE).- La empresa china Shanghai Zhenhua
Heavy Industry (Zhenhua) ha cerrado con una sociedad española poco
conocida, Arborec Desarrollos, el que fuentes chinas consideran el
mayor pedido de equipos de exploración submarina de gas y petróleo
en el país, que asciende a 2.200 millones de dólares.
La sociedad Arborec Desarrollos (ADSA) tiene su domicilio social
en Barcelona (España) y, según el Registro Mercantil español, se
dedica, entre otras actividades, a la compraventa y explotación de
todo tipo de bienes muebles e inmuebles.
El capital social de la sociedad está fijado en 155.200 euros y
su administrador único es Amir Hadi Tabdili Partovi, quien, según
declaró a Efe en conversación telefónica desde Shangai, tiene
nacionalidad española.
La operación, que ha sorprendido en medios energéticos chinos,
puesto que España no es especialista en este sector, se efectuó a
través de la compañía Arborec Desarrollos Hong Kong (ADHK),
constituida el pasado mes de julio por ADSA en la ex colonia
británica.
El pedido permitirá a la firma española adquirir 19 equipos para
explorar petróleo y gas submarinos y desembarcar en Oriente Medio y
América Latina.
Zhenhua, cuyo negocio de grúas para contenedores supone un 78 por
ciento del sector global, inició en mayo su actividad con equipos de
perforación submarina.
El sector chino recibió de forma positiva el acuerdo, que será
"muy útil" para que China desarrolle este segmento de negocio, dijo
a Efe Yang Dong, de Guotai Junan Securities.
De acuerdo con el contrato, firmado el 21 de julio, Zhenhua
suministrará a ADHK, antes del 30 de julio de 2012, 10 plataformas
móviles auto-elevables de perforación submarina y otras 7
terrestres, además de 2 barcos.
Contactado por Efe, el responsable del departamento de Proyectos
de Zhenhua, apellidado Guo, dijo no estar autorizado a facilitar más
detalles sobre el contrato acogiéndose al "secreto comercial".
El Banco de Desarrollo de China había ofrecido en junio a Zhenhua
un crédito a cinco años por 1.460 millones de dólares para impulsar
el desarrollo de equipos submarinos, sector con grandes perspectivas
de crecimiento al ser China el segundo mayor consumidor de petróleo
del mundo, tras EEUU.
El administrador único de ADSA, que se presenta como presidente
de la sociedad, admitió que España no destaca por su presencia en el
sector de la perforación submarina, pero recalcó que es un gran
consumidor de hidrocarburos.
"España es uno de los mayores importadores de petróleo y gas,
pero no tiene una empresa fuerte de perforación submarina",
reconoció a Efe Amir Hadi Tabdili Partovi.
El administrador de la sociedad asegura que, con el acuerdo, su
firma espera apoyar la presencia española en el sector en América
Latina y Oriente Medio, donde confía alquilar las plataformas
móviles a compañías como Petrobras (Brasil), Pdvsa (Venezuela) o
Pemex (México).
El responsable de ADSA negó cualquier relación "ni directa ni
indirecta" con el comercio petrolero chino-iraní.
La prensa especializada había mencionado la intensa relación
petrolera bilateral al ser China, solo precedida por Japón, el mayor
importador de petróleo de Irán, que no cuenta con medios para
desarrollar tecnología de perforación.
Aunque Tabdili negó a Efe cualquier relación entre ADSA y NIOC
(National Iranian Oil Company), no descartó que la compañía nacional
iraní o sus subsidiarias "puedan actuar como potenciales clientes y
ayuden a asegurar el mercado en los primeros tres años de la
operación para la entrega de los equipos".
Fuentes financieras consultadas por Efe indicaron que el contrato
consiste en una línea de financiación condicional que se
materializará a medida que Arborec firme acuerdos con las compañías
petroleras para aportarles servicios de ingeniería en plataformas
perforadoras y, en tal caso, utilizar los equipos de Zhenhua.
La cotización en la bolsa de Shanghai de Zhenhua reflejaba antes
del acuerdo y en plena crisis global una caída del beneficio neto
del 18 por ciento interanual en el primer trimestre de 2009, hasta
los 65,8 millones de dólares.
Sus acciones tipo A (en yuanes), que a 31 de diciembre se
cotizaban a 0,51 dólares (al cambio), fueron suspendidas por cuatro
días en el parqué de Shangai el 14 de julio, antes de la firma del
acuerdo y cuando estaban a 0,919 dólares.
El 21 de julio, tras la firma y su reanudación, se revalorizaron
un 4 por ciento hasta los 1,92 dólares. EFE