Julio César Rivas
Toronto, 24 mar (EFE).- Aunque el Gobierno estadounidense anunció
hoy que limitará los salarios de los principales ejecutivos de
General Motors y Chrysler, el presidente y consejero delegado de GM,
Ed Whitacre, recibirá un salario en efectivo mayor que el del máximo
directivo de Ford.
En una decisión sin precedentes en Estados Unidos, si bien
anunciada con antelación, el Departamento del Tesoro reveló que los
salarios en efectivo que los 25 principales ejecutivos de los dos
fabricantes de automóviles recibirán este año serán un 33 por ciento
inferiores a los de 2009.
No obstante, si se contabilizan las opciones sobre acciones y
otros bonos, que los ejecutivos normalmente reciben como complemento
a sus salarios, la reducción de sus ingresos será del 15 por ciento.
En lo que también debe de ser insólito, tanto General Motors como
Chrysler acataron sin rechistar el recorte salarial y elogiaron las
decisiones de Kenneth Feinberg, a quien la administración del
presidente Barack Obama ha encargado el control de los salarios de
los ejecutivos cuyas empresas recibieron dinero público.
Y eso a pesar de que Feinberg se negó a pagar a ocho ejecutivos
de GM salarios en efectivo que superaban los 500.000 dólares al año,
tal y como había solicitado la empresa.
Quizás, el silencio de GM está facilitado por el hecho de que
Feinberg sí autorizó a que el presidente y consejero delegado de la
empresa, el antiguo presidente de AT&T, Ed Whitacre, reciba este año
un salario de 1,7 millones de dólares en efectivo.
Junto con otras compensaciones en forma de acciones y bonos,
Whitacre acumulará en 2010 unos ingresos de unos 9 millones de
dólares.
La compensación económica del ejecutivo, que tras abandonar AT&T
en 2007 recibió una indemnización de casi 160 millones de dólares,
contrasta con las de los de otras compañías del sector reguladas por
el Gobierno estadounidense.
Por ejemplo, en el caso de Chrysler, ningún ejecutivo ganará más
de 500.000 dólares de salario en efectivo y sólo uno recibirá más de
un millón de dólares en compensación (entre salario y otros pagos).
En GMAC, el antiguo brazo financiero de GM, el consejero
delegado, Michael Carpenter, recibirá acciones por valor de 8
millones de dólares pero no salario en efectivo.
El sueldo en efectivo de Whitacre también contrasta con el de
Alan Mulally, el consejero delegado de Ford, fabricante que no
recibió dinero del erario público para capear la tormenta financiera
de 2008-2009.
A pesar de que Ford ganó 2.700 millones de dólares en 2009, unos
resultados que todos los analistas atribuyen al buen hacer de
Mulally, el año pasado el directivo recortó su remuneración en
efectivo un 33 por ciento, por lo que cobró 1,4 millones de dólares.
También es cierto que los ingresos totales de Mulally en ese
periodo totalizaron 18 millones de dólares (sumando salario,
acciones y bonos).
Pero aun así, la cifra contrasta con la compensación de Whitacre
quien llegó a General Motors tras su salida de la quiebra en el
verano de 2009 como presidente del consejo de administración y se ha
hecho con el control absoluto de la empresa tras desembarazarse a
base de empujones del anterior consejero delegado, Fritz Henderson.
Desde que se hizo con el control de la compañía, Whitacre se ha
apresurado a afirmar en varias ocasiones que ésta adelantará la
devolución de 6.700 millones de dólares prestados por las
autoridades estadounidenses.
Una vez devuelta esa cifra, en junio de 2010, GM podrá fijar los
sueldos de sus directivos sin necesidad de la aprobación de las
autoridades estadounidenses. EFE