Carlos A. Moreno
Foz do Iguazú (Brasil), 23 jul (EFE).- Las concesiones que Brasil
ofreció a Paraguay para permitirle un mejor aprovechamiento de la
energía de Itaipú tendrán que ser sometidas a la aprobación del
Congreso, dijo hoy a Efe el presidente brasileño de la
hidroeléctrica binacional, Jorge Samek.
El ejecutivo confirmó que Brasil está dispuesto a atender dos de
las principales reivindicaciones del país vecino: poder vender
libremente en el mercado brasileño la parte de la energía que le
corresponde y que no usa, y recibir mayores compensaciones
económicas por su participación en la obra.
La propuesta será discutida en la reunión que el presidente
brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, tendrá el próximo sábado con
su homólogo paraguayo, Fernando Lugo, en Asunción.
La forma gradual como Paraguay podrá venderle su energía a
clientes brasileños diferentes de la estatal Eletrobras aún demorará
porque tendrá que ser objeto de negociaciones técnicas y ratificada
por el Congreso de Brasil, indicó Samek.
La propuesta ofrecida a Paraguay "no exige modificar el Tratado
de Itaipú, pero sí su anexo. Y, obviamente, tendrá que tener el
consentimiento del Congreso brasileño", afirmó.
"Pero creo que ese es un asunto relativamente fácil de trabajar",
agregó el funcionario, al descartar que el acuerdo pueda ser vetado
por el Legislativo, el mismo que tiene paralizado desde hace meses
el acuerdo de adhesión de Venezuela al Mercosur.
Samek admitió que desconoce la propuesta final entregada a
Paraguay, pero que, por lo conversado en la reunión que tuvo el
pasado lunes con Lula, todo está dirigido a atender las principales
reivindicaciones de Paraguay.
"La primera es que Paraguay pueda, en asociación con alguna
empresa brasileña o con la propia Eletrobras, o no comercializar su
energía en Brasil", dijo.
"La segunda es encontrar una forma de aumentar la remuneración
que recibe", agregó en referencia a los cerca de 120 millones de
dólares que Paraguay obtiene anualmente de Itaipú por la cesión de
la energía que no consume.
La renegociación del Tratado de Itaipú para poder ofrecerle su
energía excedente a precios de mercado a otros clientes, y hasta a
otros países, fue una de las principales banderas en la campaña
electoral que condujo a Lugo al poder.
El Tratado establece que la energía de la hidroeléctrica, la
mayor del mundo en operación y cuya capacidad de generación es de
14.000 megavatios, tiene que ser divida en partes iguales entre los
dos países y que la que uno de los dos no utilice se la venda al
otro a precio de costo.
Como Paraguay abastece casi todas sus necesidades con el 5% de la
electricidad generada por Itaipú, le vende el resto de su cuota a
Brasil.
La energía excedente de Paraguay es adquirida por Eletrobras al
valor de costo y corresponde a cerca del 10% de la demanda
brasileña.
Samek afirmó que la posibilidad de que Paraguay venda libremente
esa energía está prevista para 2023, cuando vence el Tratado de
Itaipú, pero que es posible anticiparla desde ahora, aunque
gradualmente y sólo para clientes brasileños.
"Esa gradualidad va a ser trabajada. Es algo muy complejo. Tiene
que ser negociada", manifestó.
"Como a partir del 2023 Paraguay va a tener mucha energía
excedente y su principal mercado va a ser el brasileño, es bueno (la
liberación gradual) porque va creando musculatura para ver cómo son
los mecanismos de comercialización en Brasil", comentó.
Aclaró que, pese a esa liberación, Itaipú tendrá que recibir por
la energía que Paraguay venderá en Brasil los recursos suficientes
para poder cumplir con las obligaciones del Tratado (deuda,
mantenimiento y regalías).
"Por eso es que el proceso tiene que ser muy cauteloso, ya que en
los últimos años el precio de la energía en el mercado libre ha sido
inferior al precio cobrado por Itaipú", anotó.
"Llegó la hora de la verdad", pues ahora los paraguayos "tendrán
que entender cómo se calculan los precios y el costo de la energía",
aseguró Samek, al recordar que los socios siempre alegaron que su
energía era vendida por un valor ínfimo. EFE