César Muñoz Acebes
Estambul, 1 oct (EFE).- La economía mundial ya ha pasado el punto
de inflexión y ha vuelto a crecer, pero ha dejado atrás a España,
que será uno de los pocos países en recesión en el 2010, según dijo
hoy el FMI, que auguró que el desempleo superará el 20 por ciento.
Además, su salida de la crisis será lenta y dolorosa, dado que
sólo alcanzará un crecimiento del 2 por ciento en el 2014.
El desplome inmobiliario es el principal factor que atrasa el
avance de España, como también de Irlanda, el otro país de la zona
euro cuya economía se contraerá el próximo año.
Y la caída aún no ha tocado fondo, según el Fondo Monetario
Internacional (FMI), que prevé una bajada "grande" adicional de los
precios de la vivienda, según un análisis contenido en su informe
"Perspectivas Económicas Mundiales", divulgado hoy en Estambul.
El estudio mejora levemente el pronóstico de crecimiento para
España que la institución había adelantado en julio, en consonancia
con un desempeño más positivo que lo previsto de la economía
mundial.
El organismo ahora cree que España perderá el 3,8 por ciento de
su Producto Interior Bruto (PIB) este año, dos décimas menos que su
anterior cálculo, y el 0,7 por ciento en 2010, una décima menos que
su estimación de julio. Los números positivos sólo llegarán en el
2011, con un crecimiento débil del 0,8 por ciento, según el FMI.
Sus cifras son algo más pesimistas que las del Gobierno español,
que en junio calculó una contracción del 3,6 por ciento en 2009 y
del 0,3 por ciento en 2010.
Ambos pronósticos colocan a España a la zaga de los países
desarrollados, que en su conjunto tendrán una contracción del 3,4
por ciento este año y en el 2010 repuntarán un 1,3 por ciento.
El retraso se traducirá en más pérdidas de trabajo, a juicio del
FMI, que vaticina que el desempleo alcanzará el 18,2 por ciento de
la población activa este año y superará la barrera psicológica del
20 por ciento el que viene, al sumar el 20,2 por ciento.
En comparación, el Gobierno pronostica una tasa de desempleo del
17,9 por ciento este año y del 18,9 por ciento el próximo.
El aumento se debe principalmente al derrumbe de la construcción
y en este área no augura cosas buenas.
El FMI cree que España es uno de los países donde los precios
deben caer más aún, junto con Dinamarca y el Reino Unido.
El organismo basó su conclusión en el alto precio de la vivienda
en relación a los ingresos medios de los ciudadanos, a su media
histórica y al valor de los alquileres, entre otros factores.
Al mismo tiempo, el déficit del sector externo se aminorará, al
pasar del 6 por ciento del PIB este año al 4,7 por ciento en el
2010. En comparación, en el 2007 alcanzó el 10 por ciento del PIB,
una cifra muy elevada.
En lugar de deberse al incremento de las exportaciones, la mejora
de la balanza externa se explica por una reducción de la demanda
interna, según el FMI, como respuesta al golpe de la crisis
inmobiliaria, que ha empobrecido a los ciudadanos al sajar el valor
de sus viviendas y ha reducido la inversión.
España tampoco podrá confiar en que sus vecinos tiren de su
economía, según se desprende del informe.
El crecimiento en el área del euro sólo sumará el 0,3 por ciento
en 2010, tras una disminución del 4,2 por ciento este año.
Se trata de una recuperación "lenta" y plagada de peligros, según
el Fondo, que vaticina una escasez de crédito y un consumo frenado
por el alto desempleo, en un momento en el que los gobiernos tendrán
que retirar sus medidas de estímulo.
Por ahora, la recomendación del organismo para la zona y los
países avanzados en general es mantener los programas de estímulo
económico hasta que la recuperación se afiance más.
España ha desoído ese consejo y ha anunciado una subida de
impuestos para el próximo año con la que pretende poner freno al
déficit fiscal y evitar que los mercados penalicen su deuda elevando
las primas de riesgo.
El gobierno espera que para cuando entren en vigor los nuevos
tributos el repunte haya llegado ya a España. EFE
cma/pam