César Muñoz Acebes
Washington, 8 may (EFE).- El Consejo Ejecutivo del Fondo
Monetario Internacional (FMI) dará el domingo la aprobación oficial
al programa de créditos para Grecia y pondrá a su disposición los
primeros créditos para permitirle seguir a flote, a menos que haya
una sorpresa extraordinaria.
El Consejo, que comenzará su sesión a las 14.00 GMT, está
compuesto por 24 directores que representan a los 186 países
miembros del organismo, y está dominado por Europa y Estados Unidos.
Washington ya ha expresado su apoyo al acuerdo crediticio y
ninguno de los directores ha puesto objeciones, pese a que requerirá
un desembolso de dinero récord por parte del FMI en relación con el
tamaño de la economía receptora.
Por ello, la noticia no será la rúbrica del acuerdo, sino el
volumen de crédito extendido a Grecia de forma inmediata, así como
los detalles del programa, el cual tendrá tres años de vigencia.
La cantidad inicial será suficiente para cubrir los alrededor de
8.500 millones de euros (10.795 millones de dólares) que el país
heleno tendrá que pagar a sus acreedores el 19 de mayo y que no
puede conseguir en los mercados, pues los intereses que los
inversores le exigen por darle préstamos están en terreno
prohibitivo.
Durante los tres años el FMI le prestará a Grecia 30.000 millones
de euros y los gobiernos de la zona euro otros 80.000 millones.
Pondrán a su disposición la mayoría del dinero en la primera
mitad del periodo de vigencia del programa para garantizar que
Grecia no tenga que pedir prestado en los mercados durante más de un
año y medio, según explicó Caroline Atkinson, la portavoz del Fondo.
Pasado ese lapso de tiempo, Atenas tendrá que captar de nuevo
fondos privados, para lo cual deberá impresionar a los inversores
con la magnitud del ajuste fiscal logrado.
Grecia se ha comprometido a recortar su déficit del actual 13,6
por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) a menos del 3 por
ciento para 2014, con recortes drásticos de gasto y subidas de
impuestos.
El ajuste más duro tendrá lugar de forma inmediata, con el
objetivo de frenar el crecimiento de la deuda para dar una señal a
los mercados de que el Gobierno no suavizará su política pese a las
protestas.
Periódicamente el Fondo enviará una delegación de expertos a
Atenas, que se entrevistarán con las autoridades, analizarán las
cuentas del país y elaborarán un informe que entregarán al Consejo
Ejecutivo.
Ese órgano decidirá si la nación helena ha cumplido las metas del
acuerdo, tanto en términos de reducción del déficit como de adopción
de reformas estructurales, cuyo objetivo es aumentar la
competitividad de su economía.
Si tras esa revisión el Consejo está conforme con el desempeño
del país, hará un nuevo desembolso de créditos.
Atkinson indicó que el FMI y los países de la zona euro le
entregarán los fondos de forma simultánea.
Durante el largo debate sobre cómo ayudar a Grecia, los gobiernos
europeos sopesaron la posibilidad de un programa de ayuda en
solitario, pero al final decidieron incluir al FMI.
Además de aumentar el paquete de ayuda con fondos propios, ese
organismo les ha dotado de un proceso establecido para controlar el
comportamiento griego.
En ese procedimiento el órgano que tiene la sartén por el mango
es el Consejo Ejecutivo del FMI, que en el pasado ha negado o
retrasado la entrega de fondos a países que no han cumplido lo
pactado.
No obstante, en el caso de Grecia eso probablemente supondría la
suspensión de pagos, una perspectiva que Europa intenta evitar a
toda costa por el golpe que acarrearía para el euro y para otros
países con altos déficit, como Portugal, España e Irlanda.
El domingo el Consejo Ejecutivo tendrá que invocar
"circunstancias extraordinarias" para prestar a Grecia los 30.000
millones de euros, pues sus normas habituales limitan las ayudas a 3
veces la cuota del país en el Fondo.
En este caso, el volumen de créditos del FMI será 32 veces la
participación de Grecia en la entidad.
El FMI prestará los 30.000 millones de euros a su tasa usual, que
ronda el 3,3 por ciento, mientras que los fondos europeos serán al 5
por ciento, mientras que la rentabilidad del bono griego a diez años
se ha disparado hasta el 12 por ciento.
Con el programa del FMI y la zona euro, Grecia tiene año y medio
para lograr que esa tasa se reduzca por lo menos a la mitad si
quiere escapar de la suspensión de pagos. EFE