Washington, 27 feb (EFE).- El gobernador de Wisconsin, el republicano Scott Walker, aseguró hoy que continuará impulsando una medida que impondría recortes a los trabajadores públicos, pese a las manifestaciones sin precedentes registradas ayer en todo EE.UU.
Walker, que defiende que su propuesta es necesaria para achicar un déficit de 137 millones de dólares este año fiscal, afirmó hoy que Wisconsin (norte de EE.UU.) está "arruinado" y que los sindicatos continúan usando su poder para bloquear medidas necesarias para ahorrar costes.
"Ya era hora de que alguien se levantara y dijera la verdad en este estado, que dijera 'aquí está nuestro problema, aquí está la solución', y actuara para solucionarlo", dijo en el programa "Meet the Press" de la cadena NBC Walker, que tomó posesión de su cargo en enero.
El gobernador aseguró que si el Senado estatal no aprueba ese plan, para lo que se necesita el apoyo de los demócratas, "nos veremos forzados a ahorrar a través de despidos, y eso para mí es inaceptable".
Walker lleva días advirtiendo a los empleados públicos que se ausentan de su trabajo para protestar de que los despidos podrían comenzar la semana que viene.
En el mismo programa, Richard Trumka, presidente de AFL-CIO, la mayor federación de sindicatos del país, denunció que los argumentos de Walker han ido "migrando" para justificar su plan y que éste "no tiene nada que ver con la crisis de presupuesto".
"Los gobernadores que están dispuestos a sentarse y trabajar con sus empleados pueden solucionar los problemas. Pero eso no es lo que está haciendo el gobernador Walker. Él se niega a hablar con los trabajadores", aseguró Trumka.
Entre 70.000 y 100.000 personas, según las estimaciones policiales, se reunieron el sábado ante las puertas del Capitolio estatal en Madison, en la que probablemente sea la manifestación más grande en el estado desde las protestas contra la guerra de Vietnam en los años 70.
Esa protesta tuvo eco en los 50 estados del país gracias a plataformas ciudadanas como MoveOn.org, que busca impedir el contagio que provocaría una aprobación de la medida de Wisconsin en otros estados donde se debaten propuestas similares, como Indiana, Ohio, Iowa, Idaho, Tennessee y Kansas.
En Colorado, alrededor de mil manifestantes que llevaban pancartas y gritaban "el poder del pueblo" se reunieron el sábado en el Capitolio estatal en solidaridad con Wisconsin, mientras que en Olympia (Washington), dos manifestaciones convocadas por distintos sindicatos sumaron más de dos mil asistentes.
Las manifestaciones se repitieron a las puertas del Congreso de Kansas, Vermont, Nuevo Hampshire y Rhode Island, así como en la capital estadounidense, donde se concentraron cientos de personas, según el Washington Post.
La crisis política en Wisconsin, que dura ya más de diez días, ha generado polémica en todo el país dado que los nuevos gobernadores y congresos estatales que toman ahora posesión deben enfrentar importantes déficit fiscales heredados de las legislaturas previas.
Según los empleados públicos, la motivación de los republicanos es, con la excusa de los déficit fiscales, despojar de sus "derechos laborales a los trabajadores estadounidenses". EFE