París, 22 oct (EFE).- El consejo de administración de la petrolera francesa Total se reúne esta mañana en París para abordar la sucesión de su presidente, Christophe de Margerie, fallecido en un accidente de avión en Moscú.
A falta de una confirmación oficial por parte de la empresa, diversas fuentes confirmaron que el inicio del consejo se había fijado a las 10.30 hora local (8.30 GMT) y que el objetivo era designar a la persona o a las personas que asumirán las riendas de Total.
Sobre la base de que se daba por seguro que la sustitución se iba a llevar a cabo mediante una promoción interna de ejecutivos del propio grupo, los nombres que más habían sonado como probables máximos dirigentes eran los del responsable de la división de refino y petroquímica, Patrick Pouyanné, y el de la de mercadotecnia y servicios, Patrick Boisseau.
No obstante, una de las hipótesis que la prensa económica francesa ha barajado es la posibilidad de que el presidente de honor del consejo, Thierry Desmarest, se convierta en presidente no ejecutivo de la petrolera, mientras la dirección general podría recaer en alguno de los dos anteriores.
Desmarest había sido presidente ejecutivo antes de que el puesto lo ocupara De Margerie, y fue él quien precisamente lo nombró para sucederle.
Tanto Boisseau (52 años) como Pouyanné (51 años) son ingenieros que llevan más de quince años en Total y que aparecen como potenciales delfines del fallecido dirigente de la que es la mayor compañía francesa por su volumen de actividad (aunque ha sido superada por la farmacéutica Sanofi en capitalización bursátil), y la cuarta o quinta mundial del sector petrolero (a un nivel similar a BP).
El nuevo máximo dirigente se enfrentará, en primer lugar, a la inflexión en la estrategia que había puesto en marcha Christophe de Margerie con, entre otras cosas, una reducción del volumen de inversiones (de 28.000 millones en 2013 a 25.000 en 2017) ante el actual escenario de sobre-abundancia de hidrocarburos en el mercado.
Además, bajo el mando del presidente fallecido se decidió un nuevo plan de cesiones de activos considerados no estratégicos por valor de 10.000 millones de euros, que se suman al programa de 15.000 a 20.000 millones para 2012-2014.
Todo eso sin renunciar a la ambición de incrementar la producción desde los casi 2,1 millones de barriles diarios de hidrocarburos en la primera parte de este año a 2,3 millones en 2015 y 2,8 millones en 2018.