Washington, 7 abr (EFE).- La Comisión del Mercado de Valores de
Estados Unidos (SEC, por su sigla en inglés) tiene previsto aprobar
hoy una medida que obligará a las entidades financieras a quedarse
con el 5 por ciento de los activos que titulicen.
La medida pretende reducir la vulnerabilidad del sistema
financiero al impedir que empresas empaqueten activos como hipotecas
o préstamos comerciales sin importarles su calidad y los vendan
rápidamente en su totalidad a inversores.
Mary Schapiro, presidenta de la SEC, dijo hoy en la reunión de la
Comisión que la titulación, como se conoce a ese proceso, "jugó un
papel central en la crisis financiera" al fomentar que los
prestamistas extendieran créditos de mala calidad de los que luego
se deshacían con su venta en los mercados.
La Comisión votará hoy sobre la propuesta, tras lo cual habrá un
período de 90 días reservado para comentarios públicos y
posteriormente un segundo voto para hacer definitiva la nueva norma.
La medida va en línea con el plan de reforma financiera que
impulsa el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y con
propuestas que analizan actualmente el Congreso y la Corporación
Federal de Garantía de Depósitos (FDIC, por su sigla en inglés), la
agencia que garantiza los depósitos bancarios.
"Celebro el voto de hoy de la SEC", dijo en un comunicado Sheila
Bair, presidenta de la FDIC.
"Estas propuestas incluyen elementos clave de reforma que
enfatizan la transparencia, la calidad de los préstamos, la
retención del riesgo y la diligencia debida por parte de los
inversores", afirmó.
Además de obligar a las entidades que titulizan a quedarse con el
5 por ciento de esos valores, la medida sobre la mesa les forzaría a
dar más información sobre los préstamos particulares que componen el
paquete.
Durante la crisis, muchos inversores se fiaron únicamente del
dictamen de las agencias de evaluación de riesgo y no fueron
conscientes del riesgo real que asumían al comprar esos activos.
No se percataron de la mala calidad de los créditos que habían
sido empaquetados en los títulos, en particular las llamadas
hipotecas de alto riesgo ("subprime"), cuya morosidad se disparó al
estallar la burbuja inmobiliaria. EFE