Lucía Leal
Washington, 8 jul (EFE).- La secretaria de Seguridad Nacional de
EE.UU., Janet Napolitano, anunció hoy que el Gobierno solo concederá
contratos públicos a las empresas que apliquen el programa
"E-Verify", un sistema que indica si los empleados tienen visado de
trabajo y que ha sido criticado por sindicatos y grupos latinos.
La secretaria consideró que "exigir el uso de este sistema a
quienes solicitan contratos federales creará una fuerza de trabajo
más confiable y legal" y complementa los esfuerzos para dar
cumplimiento a las leyes de inmigración y "proteger cruciales
oportunidades de empleo".
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) señaló en un
comunicado que los contratistas y subcontratistas que quieran optar
a un concesión pública, incluyendo quienes reciban fondos de la Ley
para la Recuperación Económica, tendrán que hacer uso del sistema
"E-Verify" a partir del próximo 8 de septiembre.
Para comprobar que el empleado está autorizado a trabajar, el
programa compara electrónicamente la información de su Formulario de
Verificación de Autorización de Trabajo (I-9) con las bases de datos
del gobierno federal.
Napolitano defendió hoy el programa "E-Verify", diseñado por la
administración de George W. Bush, por encima de otros sistemas
basados en los números de Seguridad Social, como "No Corresponde"
(No-Match), que el Departamento pretende rescindir.
"E-Verify es una herramienta simple, eficaz e inteligente que
refleja nuestro compromiso de trabajar con los empleadores para
mantener una fuerza de trabajo legal", dijo Napolitano.
El programa ha suscitado las críticas de grupos defensores de los
inmigrantes y elogios de los que piden una regulación más estricta
contra los indocumentados.
Los sindicatos y grupos empresariales y cívicos señalan que las
bases de datos de las que depende "E-Verify" están repletas de
errores y que, incluso, le pueden costar el empleo a un ciudadano
estadounidense.
El debate llegó también a los tribunales a finales de 2008, con
una demanda de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, que
cuestionaba la legalidad de exigir a los empleadores el uso de
E-Verify, por considerar que se trataba de un programa voluntario.
El caso continúa pendiente de revisión.
Para el Centro Nacional de Leyes de Inmigración (NILC), el
programa "no está preparado para una expansión, y menos en un
momento de recesión económica".
Angela Kelley, vicepresidenta de política migratoria en el Centro
para el Progreso Americano (CAP), comparte esta preocupación.
"Es un programa joven, que empezó hace poco como un piloto para
ser utilizado a pequeña escala, y que cuenta con muchos errores en
sus bases de datos", dijo a Efe Kelley.
Según Kelley, el programa no provocará necesariamente un éxodo de
inmigrantes ilegales, pero sí puede "fomentar la economía
sumergida", al dificultar las posibilidades de trabajo para las
indocumentados, que buscarían empleos pagados al contado.
Ante estas acusaciones, la secretaria reconoció que es necesario
"continuar la labor de mejorar el sistema", y aseguró que en los
últimos meses le han incorporado nuevas funciones y procedimientos
para reducir errores.
En cuanto a los temores de los grupos de inmigrantes legales de
que el programa pueda perjudicarlos, la secretaria indicó que el
Departamento ha incorporado los datos de los pasaportes de los que
dispone y añadió el acceso directo desde el sistema a las bases de
datos de naturalización.
Según el DHS, "E-Verify" ha procesado más de seis millones de
consultas desde octubre de 2008, y más de 1.000 patrones se
inscriben en el programa cada día para comprobar si sus trabajadores
cumplen con las normas legales para trabajar en el país. EFE