Fráncfort (Alemania), 29 oct (EFE).- El miembro del consejo de
gobierno del Banco Central Europeo (BCE) Axel Weber dijo hoy que la
entidad europea puede comenzar a retirar algunas de las medidas no
convencionales introducidas para inyectar liquidez y apoyar la
concesión de créditos.
El presidente del Bundesbank (banco central de Alemania) dijo en
un discurso en Berlín que la salida de las medidas no convencionales
será gradual.
Algunos de los instrumentos serán necesarios durante más tiempo
que otros, según Weber.
Por ejemplo, el BCE parece querer mantener durante algún tiempo
la adjudicación plena en su operación principal de refinanciación,
las subastas semanales.
Sin embargo, la autoridad monetaria europea está dispuesta a
retirar las operaciones de inyección de liquidez a muy largo plazo,
es decir, las subastas con vencimiento a doce meses.
Estos son los primeros comentarios que indican que el BCE se
aproxima a su estrategia de salida de la política monetaria
extremadamente expansiva que aplicó para hacer frente a la crisis
financiera y económica.
La Reserva Federal estadounidense (Fed) ya ha anunciado también
una retirada paulatina de sus programas de urgencia.
El Banco Central de Noruega elevó el miércoles el tipo de interés
de referencia un cuarto de punto hasta el 1,50 por ciento, por lo
que el país nórdico se convirtió en el primero en Europa en subir
los tipos tras estallar la crisis financiera internacional.
Australia fue la primera gran economía occidental en elevar los
tipos de interés (el pasado 6 de octubre).
"Los bancos deben prepararse para una retirada gradual de los
medicamentos que han administrado los bancos centrales", dijo Weber.
Consideró que "los pacientes, los mercados financieros y la
economía mundial, han salido ahora de la unidad de cuidados
intensivos y han sido trasladados a planta".
"Una vida continuada con el gota a gota de liquidez de los bancos
centrales no es una opción para un futuro duradero, ni un modelo de
negocios", consideró Weber.
El BCE dirige actualmente las operaciones de refinanciación
mediante un procedimiento de subastas a tipo de interés fijo, con
adjudicación plena, al tipo de interés mínimo aplicable, que es su
tasa rectora.
De este modo, la entidad monetaria europea quiere asegurar que
todos los bancos comerciales de la zona del euro consigan la
liquidez que necesitan.
Los mercados prevén que el BCE mantendrá el precio del dinero en
el actual 1 por ciento durante algunos meses.
Desde octubre de 2008, tras la quiebra de Lehmann Brothers y la
intensificación de la crisis financiera, el BCE ha recortado los
tipos de interés 3,25 puntos porcentuales hasta el 1 por ciento, en
un nivel históricamente bajo.
Además compra desde julio bonos garantizados (cédulas
hipotecarias y territoriales) por un monto total de 60.000 millones
de euros (84.600 millones de dólares).
El BCE introdujo también inyecciones de liquidez con vencimiento
a un año, la primera se produjo el 24 de junio y la segunda, el
pasado 30 de septiembre.
En la primera, el BCE prestó a los bancos comerciales de la zona
del euro 442.240 millones de euros durante un año, la cantidad
máxima que la entidad ha adjudicado hasta ahora en una subasta, para
facilitar la concesión de créditos a largo plazo.
Esta gran inyección de efectivo ha reducido la demanda de
liquidez a corto plazo, como se ve desde entonces en las subastas
semanales del BCE.
La demanda de la segunda operación de refinanciación durante un
año fue muy baja, tan sólo de 75.241 millones de euros.
A su vez, el BCE tiene un acuerdo de divisas recíproco de
carácter temporal (línea de swap) con la Reserva Federal
estadounidense (Fed) hasta el 1 de febrero de 2010. EFE