Wanda Rudich
Viena, 20 jun (EFE).- Los precios del petróleo se han mantenido
relativamente estables y terminaron a la baja, en el umbral de los
70 dólares/barril, en una semana marcada por las revueltas en Irán,
segundo productor de crudo de la OPEP y cuarto del mundo.
La llamada "prima de riesgo" a la que hace un año se atribuían
las fuertes alzas de los precios del crudo, cuando se producía la
más mínima tensión en torno a Irán, parece haber desaparecido de los
mercados petroleros.
"El año pasado, unos disturbios en Irán como los actuales habrían
provocado que los precios se fueran al cielo", recordó la asesora
especializada JBC Energy, con sede en Viena, en un análisis sobre el
sector energético.
Sin embargo, el valor del "oro negro" apenas ha reaccionado a las
revueltas e incertidumbre que reinan desde la reelección de Mahmud
Ahmadineyad como presidente en los comicios del 12 de junio.
Según los expertos de JBC, un importante elemento que explica el
cambio en los mercados es la amplia capacidad excedentaria (es
decir, la de aumentar en breve plazo sus suministros de crudo) que
dispone la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Si hace un año todos los productores bombeaban al máximo de su
capacidad y apenas contaban con barriles adicionales para compensar
un eventual corte de suministros, hoy, después de haber retirado del
mercado más de 3 millones de barriles diarios (mbd) y gracias
también a una fuerte caída de la demanda, contarían con 6,6 mbd de
capacidad ociosa, según los cálculos de la asesora.
Gracias a ello, y aunque la situación en Irán ha despertado
recuerdos de los problemas en el suministro y exportaciones de crudo
producidos tras la revolución de 1979, esta vez no se esperan ver
afectadas las ventas petroleras a corto plazo.
Incluso a largo plazo, no se descarta un cambio político en Irán
que conlleve a una mayor apertura económica, con más inversiones
extranjeras que podrían incrementar la capacidad de producción y
exportación del país.
Así, lejos de dispararse por la inestabilidad iraní, el precio
del Brent retrocedió un 2,4% y el del Petróleo Intermedio de Texas
(WTI), un 2,5%, respecto al viernes precedente.
El barril de crudo Brent inició la semana con una caída del 2 por
ciento, hasta los 69,44 dólares, y también concluyó a la baja la
sesión de ayer en el Intercontinental Exchange Futures (ICE), donde
quedó en 69,19 dólares, después de llegar a los 71,16 dólares al
cierre de la jornada anterior.
En la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), el WTI tuvo un
comportamiento similar y bajó el viernes hasta los 69,55 dólares por
barril, desde los 71,37 dólares del jueves.
El barril referencial de la Organización de Países Exportadores
de Petróleo (OPEP) pasó de 70,87 a 70,28 dólares de jueves a jueves.
La mayor capacidad excedentaria de la OPEP parece también haber
amortiguado el impacto alcista sobre los precios que en años
anteriores hubiese tenido el recrudecimiento de la violencia
guerrillera en el sur de Nigeria.
El Movimiento para la Emancipación del Delta del Níger (MEND) ha
endurecido sus ataques y amenazas a la industria petrolera de la
región en respuesta a la ofensiva del Ejército nigeriano iniciada a
mediados de mayo en la región.
El miércoles, la multinacional anglo-holandesa Shell anunció la
suspensión "por fuerza mayor" de sus embarques de crudo en la
terminal de Forcados, durante lo que queda de junio y julio.
El optimismo respecto a una recuperación financiera y el descenso
de los inventarios comerciales de crudo en Estados Unidos también
han sostenido el nivel del valor del "oro negro".
Pero estos factores alcistas se han visto neutralizados por la
percepción de que la economía real tardará en seguir a la de los
mercados financieros, y que la demanda de gasolina será débil este
verano, sobre todo en EEUU y Japón. EFE